viernes, 20 de noviembre de 2015

ENTREVISTA



UNA MIRADA AL PANORAMA ELECTORAL DEL PAÍS

John Crabtree: “Un eventual gobierno 
de Keiko liberaría a Alberto Fujimori”

John Crabtree fue corresponsal periodístico en los ochentas. Hoy es profesor en la Universidad de Oxford. En la siguiente entrevista, compara al Perú de hace treinta años con el actual. Además, se anima a hablar sobre el proceso electoral que se avecina: "En términos de su ambición, no sorprende que García postule de nuevo", dice.

Mirada. Para Crabtree, los partidos peruanos tienen una seria deuda en su tarea de representación ciudadana 

Usted fue periodista, ahora es un académico a tiempo completo. Recuerdo su libro ʻAlan García en el poder’.

...que publiqué en el año 1991 y que recoge la época de los ochentas, el primer gobierno de García.

Desde entonces, ¿qué tanto cambiaron las cosas en el Perú?

Hay cosas que han cambiado radicalmente, y en otras hay continuidades. Permanecen problemas de fondo, como la ausencia de una participación plena de la gente en la gestión política del país. Falta que la gente se sienta involucrada en la toma de decisiones. En los ochentas vimos un colapso del sistema de representación y en el sistema partidario, por cierto. Ahora los partidos son meros vehículos electorales, nada más.

¿Y cuáles son los cambios?

Bueno, el nivel de vida de la gente es otro. Se ve una creciente clase media también.

En el libro que le mencioné, usted trata sobre el proceso frustrado de la consolidación democrática en el Perú. ¿Diría que seguimos sin tener una democracia sólida?

Yo creo que falta mucho, porque hay un desencanto terrible de los votantes, una falta de fe en las instituciones democráticas del país, como el Congreso, o los partidos. El personalismo es lo que distingue a los partidos. Esto es algo que se acentuó en la época de Fujimori y ha permanecido hasta ahora, a pesar de los intentos de rectificación.

¿Se refiere a la ley de partidos? Se viene intentando una reforma electoral, aunque sin mucho éxito.

Justamente. A pesar de las buenas intenciones, está claro que no se han conseguido los objetivos. Los partidos carecen de democracia interna, de transparencia en el manejo de sus fondos y, encima, se ve la ausencia de un enraizamiento en la sociedad peruana, salvo, tal vez, en el caso del APRA.

¿Qué piensa del proceso electoral que viene?

Una de las cosas que han salido a la luz es lo referido al financiamiento partidario. Hay un problema en el mundo entero sobre el dinero que ingresa a la política. Hay que pensar en cómo reducir la influencia de los grupos privados. Los partidos necesitan fondos, de acuerdo, pero la gente piensa que las opciones que les ponen al frente se encuentran digitadas por intereses económicos. Hay resistencia frente al financiamiento público porque eso implica mayor control.

García será por cuarta vez candidato. ¿Le sorprende?

En términos de su ambición, no. Es alguien que ha cambiado radicalmente su posición política. Su actitud frente a la empresa privada ha virado 180 grados. En los ochenta, tenía un discurso más o menos estatista y ahora nadie lo imagina predicando la estatización del Banco de Crédito. A veces el poder es una adicción.

En otros países ha habido un giro hacia la izquierda. En el Perú no ha sido así. ¿Ve en ese sector alguna opción electoral viable?

Es cierto, en la actualidad hay una especie de vacío en la izquierda. Existen proyectos nuevos, como el Frente Amplio y otros, que están en competición; sin embargo lo que uno ve en los sondeos de opinión es que los que están arriba proponen la continuidad del modelo económico, que empezó con Fujimori, un modelo básicamente neoliberal.

Ahora su hija Keiko ha tomado la posta de su padre. ¿Qué opinión tiene de ella?

Nunca he tenido el placer de conocerla. No sé hasta qué punto su cambio de discurso, esta división con la línea 'albertista' –y estoy pensando en su famosa intervención en la universidad de Harvard– es real o con un propósito electoral. Los candidatos buscan correrse hacia el centro. Supongo que una de las primeras cosas que Keiko haría en un eventual gobierno sería liberar a su padre.

¿Cómo percibe al Perú de hoy frente a sus vecinos de la región?

Por ejemplo, en Ecuador y Bolivia se ven gobiernos dominados por individuos que quieren mantenerse en el poder, pero por lo menos tienen bastante apoyo en la gente, son populares. Y eso contrasta claramente con el Perú. No solo por Ollanta Humala. Recordemos la popularidad de Alejandro Toledo, incluso la de García...

Más allá de que hacia el final de sus gobiernos, mejoraron su respaldo en algunos puntos.

Casi como una despedida, ¿no? Pero es verdad también que uno ve acá una ofensiva de demolición de los medios de comunicación, de medios con intereses políticos y económicos. En realidad, el nivel de la televisión en el Perú es muy bajo. Le diría que es mejor en Ecuador y Bolivia.


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