lunes, 17 de agosto de 2015

CIENCIA



Zoltan Takacs: Rey serpiente

Ha recorrido 147 países en busca del veneno de las víboras más letales. El científico y explorador estadounidense estuvo en la selva de Madre de Dios para educar a la población sobre la importancia de las toxinas animales y de conservar el hábitat natural de los ofidios y otros seres ponzoñosos.


Un biólogo con PhD en farmacología y toxicólogía puede ser imaginado como un profesional de bata blanca, con el ojo pegado al microscopio en su laboratorio aséptico, y con pinta de nerd recién salido de la serie Big Bang Theory. Pero el doctor Zoltan Takacs rompe estos esquemas.
Este científico estadounidense, de origen húngaro, con PhD en la Universidad de Columbia, integra el grupo de "exploradores emergentes" de la National Geographic Society, y su hábitat -además de su laboratorio- pueden ser las selvas amazónicas, las profundidades submarinas en el Océano Índico o los desiertos del norte de África.
 Zoltan Takacs es, por sobre todos sus títulos académicos, un herpetólogo, es decir, un experto en reptiles pero especializado en venenos animales extraídos de víboras, escorpiones y otros bichos ponzoñosos.
 “Las toxinas animales evolucionaron hasta ser asesinas perfectas, pero también pueden ser medicinas que salvan vidas. Hemos descubierto una nueva forma de generar y probar una gran variedad de toxinas”, sostiene este científico que a fines de julio llegó a la selva de Madre de Dios para "educar a pobladores locales sobre la importancia de las toxinas de animales venenosos, que pueden ser utilizadas en medicina. Para ello, es fundamental la conservación de áreas naturales de la Amazonía, donde habitan estas especies".
Takacs visitó las áreas de influencia de la ONG Inkaterra Asociación en lo que fue una exploración preliminar sobre serpientes y otros animales venenosos.
Este científico aventurero ha recorrido paisajes extremos  de 147 países. Ha sufrido varios accidentes y tres veces fue mordido por serpientes. El caso más grave fue con un tipo de cobra que escupe su veneno. Casi no la cuenta.
Además, es coinventor de la tecnología de diseño de toxinas y fundador del World Toxin Bank. Esta biotecnología investiga un gran número de variantes de toxinas animales, las cuales pueden servir para tratamientos médicos. Takacs -finalmente- es una de las estrellas de los documentales de National Geographic Channel.

VÍBORA BENDITA
"América del Sur es la fuente de un gran número de medicamentos obtenidos a partir del veneno de serpientes, entre ellos uno de los más exitosos en la historia de la medicina de cuidados de la salud: los inhibidores de la ECA como captopril, usado para problemas del corazón y la hipertensión", señala Takacs.
Y agrega que  "En Perú, el veneno de jegon (Bothrops atrox) es la fuente de batroxobina, hemocoagulase y otros agentes que ayudan a regular la coagulación de la sangre".
El nombre científico del jergón es Bothrops Atrox. Es una víbora que habita toda América y muy común en el Perú. Uno de sus hábitats favoritos son las montañas de Machupicchu.
Durante su permanencia en las selvas peruanas, Takacs no encontró a la jergón. En su lugar halló un bello ejemplar de coralillo, de anillos amarillos y anarajandos, y una shushupe de más de dos metros.
Micrucus spixii es el nombre científico del coralillo. El spixii del final fue puesto en en honor al zoólogo alemán Johann Baptist von Spix.
Jergones y coralillos son víboras comunes en la amazonía. No son agresivas y solo atacan en defensa propia.
Lo de la shushupe es otro cantar. La conozco. Es atemorizante. Hasta su nombre científico da miedo: 'Lachesis muta'. Láquesis es una de las moiras (las deidades griegas del destino) también conocidas como parcas. Láquesis era la encargada de medir la longitud del hilo de la vida.
Es una de las víboras más grandes del mundo y la segunda más letal. Tampoco es agresiva pero se pone de muy mal humor cuando irrumpen en su hábitat. Es muy veloz y nada como una sirena. Puede medir hasta cuatro metros. Se han reportado casos de mordeduras en la cara y en las piernas de gente montada a caballo. En países vecinos se le conoce como Matacaballo y Cascabel Púa.
La shushupe cumple un rol importante en el control de plagas en la selva. Se alimenta de roedores. Sin embargo, ha sido estigmatizada no solo por su feroz reacción ante el peligro (dicen que es "casi ciega pero tiene olfato de perro") sino también porque suele realizar varias mordidas.
He visto casos de colonos campesinos en el Alto Pozuzo (Pasco) que se tuvieron que amputar el brazo a machetazos para evitar la gangrena tras la mordedura de una shushupe. Y un amigo trampero en el Paranapura (Loreto) quedó cojo cuando tuvo que disparar su escopeta sobre la herida que le dejó la shushupe en la pantorrilla. En ambos casos las víctimas no tuvieron acceso al antídoto.
Pero el doctor Takacs no tuvo problemas con el coralillo ni con la shushupe. Todo lo contrario. En las charlas a los  campesinos supo explicar las ventajas de respetar el hábitat de estos bichos.
Takacs no estuvo solo durante su visita a Madre de Dios. Formó parte de una expedición de destacados exploradores y científicos como Barrington Irving, el herpetólogo francés Pierre Berthon, el camarógrafo Chris Verna y el equipo de Inkaterra Asociación.
Irving es un piloto y educador jamaiquino que también integra el programa de exploradores emergentes de la National Geographic Society. En 2007 se convirtió en el piloto más joven en volar solo alrededor del mundo. Desde 2006 dirige Experience Aviation, una ONG fundada por Irving para permitir que jóvenes de bajos recursos sigan carreras en aviación.

ZONA INKATERRA
¿Por qué estos expedicionarios eligieron estos ambientes de Inkaterra en Madre de Dios? Joe Koechlin, presidente de Inkaterra, asegura que "desde 1978 Inkaterra patrocina inventarios de flora y fauna en sus áreas de influencia, que van desde el bosque amazónico de Madre de Dios, el bosque de nubes de Machu Picchu, hasta el Valle Sagrado y la costa de Cabo Blanco, para estudiar hábitats naturales y determinar estrategias para conservar la biodiversidad. Dentro de sus propiedades se han registrado 747 especies de aves, equivalente a la variedad de aves en todo Costa Rica, 362 de hormigas, 313 de mariposas y 100 de mamíferos. De acuerdo con el American Orchid Society, Inkaterra Machu Picchu Hotel cuenta con la colección de orquídeas nativas más grande del mundo: 372 especies".
Más de cien investigadores han realizado estudios en las propiedades de Inkaterra. Uno de ellos es el biólogo E.O. Wilson (conocido como el “padre de la sociobiología” por acuñar el término “biodiversidad”), quien levantó un inventario de hormigas en las áreas de influencia de Inkaterra en Madre de Dios. Con 362 especies, tiene el récord mundial de hormigas.
 Una de las razones que también justificaron la presencia de Takacs en Madre de Dios fue la publicación del libro Cusco Amazónico-The Lives of Amphibians and Reptiles in an Amazonian Rainforest (de la Cornell University Press, 2005), que presenta una investigación de veinte años liderada por William E. Duellman. Fue descrita como “la línea de base sobre la cual los futuros estudios de anfibios y reptiles serán comparados”.
 Para Joe Koechlin la visita de Takacs es un incentivo para los jóvenes científicos peruanos. "Nuestra ONG Inkaterra Asociación ITA cuenta con Tambopata Field Station, un albergue para estudiantes y jóvenes investigadores en nuestra estación de campo de Inkaterra Reserva Amazónica".  Los amantes de estos animales de sangre fría ya tienen un aliado en los bosques de Madre de Dios.

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