sábado, 22 de agosto de 2015

POLICIAL



Homicida. Néstor Antonio Yauri Inga contó a la Policía cómo asesinó a su esposa. Dio detalles del crimen, pero ocultó sus motivos. Se cree que la mató para evitar que lo abandoneLa mató porque ella había decidido 
dejarlo e irse a Estados Unidos
 


Efectivos de la Dinandro de Ucayali capturaron a Néstor Yauri Inga (38), el sujeto que asesinó a martillazos a su esposa Yovana Román Macote, tras lo cual  metió su cadáver a una maleta y la arrojó al río Rímac. Tenía planeado huir a Brasil. 

 
Lo planeó todo con frialdad. El crimen, su falsa historia de marido engañado y su fuga  hacia Brasil. Y siguió el plan tal cual lo había ideado, pero ante el llanto de su hijo menor decidió parar un momento, contarlo todo a su familia y señalar dónde había arrojado el cadáver de su esposa. Luego reanudó su fuga.
Pero la Policía Antidrogas de Ucayali lo descubrió y frustró la huida del autor de uno de los feminicidios más atroces de las últimas semanas. 

Esta felicidad solo habría sido para Facebook. (Foto: Facebook)Al verse perdido, Néstor Antonio Yauri Inga (38) no tuvo más remedio que declararse culpable de la muerte de Yovana Román Macote, su esposa y madre de sus tres hijos.
Contó que la atacó con ferocidad con un martillo y cuando vio que ya no se movía, la introdujo en una maleta de lona y luego arrojó el cuerpo debajo de un puente, en Lima.
Yauri Inga fue sorprendido  a las 2 de la madrugada de ayer en la esquina de los jirones Ucayali y Nueve de diciembre, en Pucallpa, por personal de inteligencia de la División de Operaciones Especiales Antidrogas (DIVOEAD). Tenía una mochila llena de prendas de vestir y pensaba abordar la primera embarcación que encontrase.
Los agentes notaron su nerviosismo y por ello lo condujeron a su local. Ahí descubrieron que la División de Investigación Criminal de Ate, en Lima, había lanzado una alerta de búsqueda de Yauri Inga.
FEMINICIDIO
Entonces el homicida comenzó a hablar. Dijo que el lunes 17 de agosto, a las 9 de la mañana, discutió con Yovana Román, tras lo cual la golpeó en la cabeza con un martillo.
Luego abandonó su vivienda ubicada en la zona de Los Claveles Mz A, lote 6, Ate, llevando con él la maleta que ocultaba el cadáver de Yovana. Subió a una mototaxi y llevó los restos hasta el puente Carapongo, donde los arrojó. 
Una hora después regresó a su casa y redactó una carta dirigida a sus tres hijos. Era en realidad un pedazo de papel  donde escribió lo siguiente:  “Diego, Bryan y Nahomi, su mamá nos dejó, nos abandonó, no nos quería, se fue con otro hombre, yo los amo mucho y por eso también me voy, algún día volveré. Ahí les dejo dinero, vivan con sus tíos”. Esa misma tarde abordó un bus con destino a Pucallpa a donde llegó el miércoles en la mañana. Desde ahí llamó a sus hijos y el menor de ellos le contó llorando que su madre estaba desaparecida. El llanto de Bryan le hizo variar sus planes.
Se hospedó en un hotel y salió en la madrugada de ayer a completar la última parte de su plan: fugar del país. Pero la oportuna intervención de los efectivos de la Dinandro, al mando del coronel PNP Francisco Bartra, frustraron sus planes. 
Néstor Yauri Inga llegó al aeropuerto Jorge Chávez. Ahí lo esperaron los agentes de Homicidios de la Divincri de Ate, el fiscal Carlos Castañeda Barrios, titular de la 2a Fiscalía Penal de Santa Anita, y los ojos de todos los peruanos que siguieron con horror esta historia.  

DOLOR FAMILIAR
"Mis padres, Clotilde Macote y Melquiades Román, que se encuentran en Estados Unidos, al saber que Yovana sufría por sus niños, le consiguieron un trabajo allá. Le mandaron también su pasaje y ella se había decidido a viajar", contó su dolido hermano Michel Román.
"Luego de buscarla todo el martes 18, pedimos el apoyo  de la comisaría de Santa Clara y luego de las 7 de la noche del miércoles el asesino me llamó y me indicó el lugar exacto donde había dejado a mi hermana; corrí con los policías y la hallamos", recuerda.
Michel negó que su hermana tuviera una relación sentimental paralela. "Ella se dedicaba a sus hijos y a su casa, vendía cualquier cosita en el mercado Los Ceres para dar bienestar a sus hijos que son escolares. Es falso lo que dice ese maldito. La verdad es que él no quiso que se fuera a Estados Unidos".
DOS CASOS EN 48 HORAS
El asesinato de Giovanna Raquel Román, de 32 años,  se suma al ocurrido el martes en Chorrillos, donde la víctima fue Emily Neyra Beltrán, de 27 años. El feminicidio de Emily fue el segundo en Lima en menos de 48 horas, y el cuarto de la semana a nivel nacional.
Según los registros de los  Centros de Emergencia Mujer (CEM) del Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables (MIMP), de enero a julio de este año se han conocido 45 casos a nivel nacional y 87 casos de intento de feminicidio. El feminicidio se considera un crimen atroz y se castiga con 35 años de cárcel.
El Perú es el segundo país con más casos, según la Comisión Económica para América Latina.

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