El Niño cobra fuerza en el Pacífico y ya es
una amenaza mundial
¿El más fuerte de la historia? En su último reporte, la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos (NOAA, por sus siglas en inglés) confirma que el fenómeno es "significativo y está fortalecido". De continuar así podría superar en dimensión al evento de 1997 y Perú podría ser uno de los más afectados.
Si a inicio de año algunos científicos dudaban de que el fenómeno El Niño tocaría las costas de América, hoy esta premisa ni se cuestiona. El aumento de la temperatura del océano Pacífico es inminente y, siempre y cuando mantenga las mismas condiciones oceanográficas y climatológicas, podría golpear nuestro continente en un máximo de tres meses.
El último pronóstico de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA, por sus siglas en inglés) reafirma esta versión e incluso da cuenta de la intensidad con la que se está desarrollando este evento climático cíclico.
Es así como esta agencia científica, que pertenece al Departamento de Comercio de los Estados Unidos, refiere que El Niño del 2015 es “significativo y se encuentra fortalecido”, lo que quiere decir que desde ya se perfila como uno de los fenómenos de mayor magnitud, incluso superior al que vivimos en 1997, el cual causó más pérdidas humanas y materiales que sus antecesores.
Respecto a la prolongación en el tiempo, la NOAA detalla que “existe la posibilidad de más de 90% de que El Niño se extienda hasta el invierno en el hemisferio norte (es decir, verano en el Perú) y cerca de 85% de probabilidad de que dure hasta primavera del 2016 (otoño en el país)”.
Con esta advertencia, el ente norteamericano deja en claro que estamos ante un evento que cobra fuerza de manera constante y frente al que las autoridades deben actuar de manera preventiva. Perú podría ser uno de los más afectados.
Ni bien se hizo público el último diagnóstico de El Niño el jueves pasado, fue divulgado a la población por los diversos medios estadounidenses, entre ellos The Washington Post, que no dudó en calificarlo como "el pronóstico más fuerte emitido por la NOAA en lo que va del año".
Si bien aún no se sabe con exactitud cuándo golpeará con intensidad ni qué daños provocará, se tiene en claro que para que El Niño llegue a tener la categoría de "muy fuerte" la temperatura de las aguas tropicales del océano Pacífico deben superar las mediciones de calor en al menos 2 grados centígrados del promedio normal en los siguientes tres meses.
Esta situación solo se ha presentado dos veces en la historia, desde que los meteorólogos iniciaron el monitoreo de las condiciones oceanográficas del Pacífico tropical: en 1982-1983 y 1997-1998.
Desde que inició agosto, los científicos de diferentes instituciones vienen realizando una comparación mano a mano de las temperaturas récord de 1997-1998 con las que actualmente se presentan.
El Niño 2015 VS. 1997
Esto ha llevado a que los meteorólogos de la NOAA aseguren que la temperatura de las aguas tropicales del Pacífico aumentarán y empujarán a El Niño a la categoría "fuerte", e incluso llegaría a alcanzar o superar los 2 grados del promedio normal, hasta conseguir la clasificación de "muy fuerte".
En tanto, especialistas de la NASA han mostrando a través de una serie de imágenes satelitales la extensión de las aguas cálidas en el océano y su cambio en el transcurso de los días. Un pequeño video muestra y compara las últimas instantáneas del satélite OSTM / Jason-2, con las del TOPEX/Poseidon de 1997 en razón a la temperatura.
Allí se puede ver que El Niño de este año nació en el océano Pacífico ecuatorial, entre marzo y abril, mientras que el de 1997 para estas fechas recién se estaba formando.
Precisamente, la temperatura superficial del mar del Pacífico del Lejano Oriente está llegando a la temperatura promedio en lo que va de este año, con agua más cálida concentrada en la costa central del Pacífico. Sin embargo, en 1997 el agua más caliente se movilizó del Lejano Oriente hasta el final del año, justo en contra de la costa de América del Sur.
"Será interesante ver cómo El Niño sigue transformándose este año, ya que algunos estudios han demostrado que solo tomará ligeras variaciones en la fuerza y en alcance para cambiar la forma en que afecta a nuestro clima", asegura un artículo del Washington Post.
Un niño destructor
La página web del servicio público de radio, televisión e internet del Reino Unido, BBC Mundo, también ha hecho pública la alerta de la llegada de El Niño. Aunque en su informe no toma en cuenta el último pronóstico de la NOAA, sí hace referencia a la opinión del experto del Laboratorio de Propulsión a Chorro de la NASA, William Patzert.
"Los datos que tenemos nos indican que se trata de El Niño más fuerte desde 1997, pero obviamente los modelos climáticos solo pueden predecir lo que sucederá a unos pocos meses vista, así que hay que ser precavidos", explica Patzert y añade que para que alcance una intensidad similar a la del periodo 1997-1998 tienen que suceder dos cosas: la primera condición es que en los próximos meses los vientos alisios (movimientos de aire originados desde los 30° de latitud en dirección al Ecuador) que van de este a oeste en el Pacífico –es decir, de Brasil a Perú– pierdan fuerza.
"Si eso sucede, veremos una transferencia dramática de calor de las aguas del oeste del Pacífico a las del Pacífico central y oriental", detalla Patzert. Ante esas condiciones, los patrones de temperatura y precipitaciones del planeta pueden alterarse y generar lluvias torrenciales, inundaciones y sequías prolongadas.
"Este Niño tiene todo el potencia para ser 'El Niño Godzilla'", concluye el experto de la NASA, por su gran intensidad y las dramáticas consecuencias que podría generar si no se toman acciones desde ahora en todo el mundo, especialmente en América.
Golpearía el mundo
De alcanzar la categoría de "muy fuerte", en los próximos meses El Niño golpearía los cinco continentes, estima William Patzert.
"El Niño hace que la corriente subtropical, que habitualmente se encuentra en el sur de México y Centroamérica, se desplace hacia el norte. Eso provoca inviernos más lluviosos de lo habitual en el sur de EEUU", detalla.
"En contraste –añade– la corriente polar, que ha sido muy potente en Norteamérica en los dos últimos inviernos, se debilita, por lo que se registran unos inviernos más templados en el norte de EEUU y el sur de Canadá".
En Sudamérica
Para Patzert, si bien la actual condición climatológica que afronta el sureste de EEUU (con el aumento de las precipitaciones) es una buena noticia para la región por el largo periodo de sequía que atravesó, de continuar podría generar considerables inundaciones.
En el caso de Sudamérica, desde el norte de Chile hasta Ecuador, "El Niño hace que haya inviernos muy lluviosos".
"Si la temperatura del agua permanece inusualmente alta (en esta zona) se producirá un colapso en la pesca, impactando en las economías de los países", explica. En tanto, en el noreste de Brasil, El Niño suele provocar sequías, mientras que en el sur y el norte de Argentina, inundaciones".
En el continente asiático, en tanto, "cuando el agua caliente se mueve hacia Sudamérica, en lugares como Filipinas o Indonesia se registran sequías extremas" y en algunos de estos países, en los que la agricultura supone un gran porcentaje del PBI, se puede dar un aumento del precio, lo cual afecta el valor de las materias primas a escala global.
"En Europa, los años en los que El Niño es potente se dan inviernos muy fríos, así como en el occidente de Rusia", explica el experto de la NASA.
En el caso del lado sur del continente africano y en Madagascar "tienden a verse afectados por la sequía". Mientras que áreas del África subsahariana, que son muy secas, experimentan más precipitaciones".
Temporales de nieve, lluvias e inundaciones en Sudamérica
Aunque aún no se conoce la máxima intensidad con la que golpeará el fenómeno El Niño a la costa de América, el calentamiento de las aguas del Pacífico ya viene repercutiendo en varios países que afrontan por estos días temporales de nieve, lluvias e inundaciones.
En Bolivia, la caída de nieve suspendió los vuelos y restringió el paso vehicular en varias vías del país, dejando varadas a miles de personas en La Paz. También se cerraron los caminos hacia Oruro y Cochabamba por el mismo motivo. La entidad encargada del clima ha pronosticado la continuidad del evento en los siguientes días y semanas.
En Argentina, la situación es similar. A la nieve se suman las lluvias torrenciales que han inundado varias ciudades, entre ellas Buenos Aires, donde 30 mil personas resultaron afectadas, cuatro de ellas perdieron la vida y una se encuentra desaparecida.
Por su parte, las ciudades chilenas de Antofagasta y Tocopilla aún permanecen en estado de excepción constitucional de emergencia debido al temporal de viento y lluvias en la costa.
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