Cada año mil niñas de 12 y 13 años se convierten en madres
En el Perú, 15 de cada 100 jóvenes de 15 a 19 años se embarazan, pese a
no estar preparadas física ni emocionalmente.

Estela tenía 14 años cuando tuvo su primer hijo, producto de
una violación. La joven era muy responsable, por eso trató de superar esa
situación, pero la historia se repitió tiempo después, cuando quedó embarazada
por segunda vez. Entonces ya no quiso ir a su colegio, en Canchaque (Piura), y
empezó a esconderse de sus amigos y de su familia. Su madre se enteró de su
embarazo apenas una semana antes de su fallecimiento. A su corta edad Estela no
pudo soportar tanto y terminó suicidándose.
Ángela era menor cuando se embarazó. Tenía 13 años y siempre
estaba sola en su casa del caserío Nueva Alianza-Masisea, en Coronel Portillo
(Ucayali). Nadie sabe cómo resultó embarazada y cómo hizo para abortar, pero lo
cierto es que falleció tres días después de someterse a esa intervención a
causa de una infección generalizada que se complicó con una insuficiencia renal
aguda. Había llegado muy mal al hospital y murió sola, sin el apoyo de ningún
familiar.
Estos casos forman parte del estudio Historias de vida para
no olvidar de Elisa Juárez y Susana Chávez, que fue presentado por el Centro de
Promoción y Defensa de los Derechos Sexuales y Reproductivos (Promsex), junto
con la investigación Impacto del embarazo en la salud de las adolescentes, de
Luis Távara.
Las publicaciones analizan los problemas que atraviesan las
adolescentes que han dado a luz entre los años 2012 y 2014 y revelan que la
frecuencia de complicaciones en estos embarazos alcanza el 63% de casos,
mientras que en la mujer adulta esta frecuencia solo llega al 15%.
“Este porcentaje refleja solo los daños a la salud física
que han sido registrados en las historias clínicas. No se ha podido indagar
sobre los impactos en la salud mental, pues de ser así, la tasa sería aún más
alta”, manifestó Susana Chávez, directora de Promsex.
Los estudios demostraron que en el 80% de casos las jóvenes
tuvieron relaciones sexuales voluntarias con sus parejas y no planificaron su
embarazo. Empero, un 42% fueron menores de 15 años, cuyo consentimiento para
tener relaciones es cuestionable.
Asimismo, un 12% de adolescentes quedaron embarazadas por
una violación sexual, el 13.7% intentó interrumpir su gestación y el 6% trató
de suicidarse. Además, en el 12.2% de casos las jóvenes se volvieron a
embarazar.
Pero lo peor de estos informes son los casos de adolescentes
que murieron por factores asociados a su embarazo. “La tasa de muerte de
adolescentes no parece muy alta (9.6% en el 2012), pero si se compara con la
proporción de mujeres adultas que fallecen por la misma causa, el riesgo de
muerte para una mujer joven embarazada es cuatro veces más alto”, indicó
Chávez.
MADRES DE 12 Y 13
AÑOS
En el Perú, pese a las políticas públicas para prevenir el
embarazo adolescente, esta problemática se está incrementando. Según la
Encuesta Demográfica y de Salud Familiar (Endes) del Instituto Nacional de
Estadística e Informática (INEI), los embarazos de mujeres entre 15 y 19 años
aumentaron de 12.5%, en el 2011, a 14.6% en el 2014. El mayor porcentaje está
en la selva, entre jóvenes con poca educación y alto nivel de pobreza.
Elena Zúñiga, representante del Fondo de Población de las
Naciones Unidas (UNFPA) en el Perú, mencionó que en el país, en general, el
embarazo está empezando a edad muy temprana. “Aproximadamente 50 mil
nacimientos al año son de madres menores de 20 años y, según la estadística del
2013 del Ministerio de Salud, más de 1,100 partos son de madres de solo 12 y 13
años. Estamos hablando de tres o cuatro niñas de 12 y 13 años que se convierten
en madres por día”, manifestó.
Según la estadística del Ministerio de Salud, en el año 2014
el 5.6% de las adolescentes embarazadas que acudieron a sus controles en los
diferentes hospitales del país tenían entre 12 y 17 años.
Zúñiga dijo que esta problemática no se reduce en el Perú
debido a la limitada oferta de educación sexual integral en las escuelas, la
falta de formación de los padres y maestros en sexualidad y la información
distorsionada que llega a los jóvenes por Internet y otros medios de
comunicación.
La representante del UNFPA refirió, además, que en el Perú
la normatividad vigente tampoco ayuda a mejorar esta situación, pues no permite
el acceso de los adolescentes a los servicios de salud públicos para recibir
métodos anticonceptivos efectivos y adecuados para su edad.
FALTA EDUCACIÓN
Juan Daniel Aspilcueta, coordinador nacional de Salud Sexual
y Reproductiva del Ministerio de Salud, reconoció que los esfuerzos de los
sistemas educativo y de salud no son suficientes para dar a los adolescentes
los mensajes y la protección adecuada con el fin de evitar los embarazos
tempranos. Pero dijo que esto también aumenta por el incremento de la población
en riesgo y el mayor acceso de los jóvenes a los estímulos eróticos, así como
el alcohol y las drogas, que hacen que tengan relaciones sexuales de manera más
precoz y frecuente.
Para enfrentar la situación, mencionó que se aprobó en el
2013 el Plan Nacional de Prevención del Embarazo Adolescente, el cual propone
intervenciones multisectoriales para postergar el inicio de las relaciones
sexuales, incrementar el porcentaje de las adolescentes que terminan la
secundaria y asegurar la inclusión de la educación sexual integral en todos los
colegios del país.
Sin embargo, Aspilcueta dijo que la puesta en marcha de este
plan enfrenta dos grandes trabas: la falta de presupuesto y la presión de
sectores conservadores que confunden educación con estímulo sexual y no
permiten que los jóvenes accedan a métodos anticonceptivos.
La directora de Promsex afirmó que ningún sector ha
desarrollado estrategias específicas para enfrentar el problema. “El plan es
declarativo y asigna apenas cuatro soles por adolescente”, indicó.
Chávez declaró que, para mejorar, se deben fortalecer la
educación sexual integral, el trabajo comunitario para promover espacios libres
de violencia y las campañas de comunicaciones sobre cómo prevenir los
embarazos.
FALTA TRABAJO
EDUCATIVO
Pese a que en el año 2008 se aprobaron lineamientos y
orientaciones pedagógicas para incorporar la educación sexual integral en los
colegios, hasta ahora estas recomendaciones no se aplican de manera efectiva.
Sofía Carrillo, jefa de Comunicaciones del Instituto Peruano
de Paternidad Responsable (Inppares), dijo que durante las intervenciones de
este organismo con los jóvenes se ha evidenciado que los tutores y estudiantes
aún tienen muchas dudas y hay desconocimiento del tema.
“Falta trabajo educativo. Estamos esperando que el
Ministerio de Educación nos informe cómo se está brindando la educación sexual
integral, si se hace un monitoreo específico y qué resultados se ha obtenido”,
manifestó.
César Cortez, director del Centro Juvenil Futuro, que forma
líderes en temas de sexualidad, refirió que este centro recibe mensualmente, en
promedio, solo en Lima, nueve solicitudes de colegios que requieren información
porque se están presentando problemas por embarazo adolescente u otros temas de
sexualidad. “Lamentablemente se piensa que lo que se difunde es suficiente,
pero la mayoría de jóvenes tiene información errada que no le permite tomar una
decisión responsable”, indicó.
TENGA EN CUENTA
El Ministerio de Salud ha implementado, en
coordinación con diversas escuelas del país y las municipalidades, espacios
diferenciados para dar a los jóvenes una atención integral exclusiva y resolver
dudas respecto de su sexualidad.
En estos espacios
diferenciados se ofrecen talleres para reforzar la autoestima de los
adolescentes, evitar la violencia, prevenir el VIH/sida y los embarazos no
deseados, así como evitar el consumo de alcohol y drogas, y promover estilos de
vida saludables.
Los centros
diferenciados funcionan en 2,861 consultorios de los diversos hospitales y
centros de salud del país. Actualmente ocupan el 40% de los centros de salud
del Perú.
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