domingo, 27 de septiembre de 2015

INFORME

Esclavitud sin fronteras

El 23 de septiembre fue el Día Nacional Contra la Trata de Personas. Una razón para alertar sobre las mafias que explotan sexualmente a jóvenes peruanas, pero que también traen a nuestro país muchachas de Ecuador, Colombia, Brasil y República Dominicana. Un siniestro negocio que se expande.

En un reciente operativo en campamentos mineros de Madre de Dios se rescató a 18 menores explotadas sexualmente, dos estaban embarazadas 

Durante varios días, agentes encubiertos de la División Contra la Trata de Personas de la Policía Nacional vigilaron un night club en San Isidro. Tenían conocimiento de que allí había ciudadanas extranjeras ejerciendo la prostitución. Las siguieron cuando salían con acompañantes rumbo a hoteles cercanos. También identificaron a cada uno de los sujetos que regentaban el local. Solo faltaba intervenir. 

Cuando por fin entraron –en  junio pasado– comprobaron que cuatro de las mujeres eran colombianas y vivían en cuartos sucios y pequeños en el tercer piso del local. Debían pagar por el alojamiento, la comida y cumplir con un horario que empezaba a las ocho de la noche y acababa cuando amanecía. Todo eso lo contaron ellas a los policías al ser interrogadas.

"Suele ocurrir que chicas extranjeras son traídas por una mafia, están aquí tres o cuatro meses y se van. Después, como ya conocen el negocio, muchas regresan por su voluntad o con otras chicas para trabajar como damas de compañía. En el caso de este night club sí había explotación sexual, ellas vivían ahí y la empresa retenía sus documentos", dice el coronel Luis Chávez, jefe de la División Contra la Trata de Personas de la Dirincri.

No ha sido el único caso. Hace mes y medio intervinieron otro local en Sullana, Piura, y encontraron allí ocho ciudadanas ecuatorianas y cuatro colombianas. Varias habían llegado con ofertas de trabajo engañosas. Ese y otros golpes le han dado a la policía un panorama preocupante: hay redes internas de trata de personas, pero estas organizaciones crecen y también trafican personas a través de nuestras fronteras.

La Policía Nacional sabe que estas mafias traen al país mujeres de Colombia, Ecuador,  Bolivia y, recientemente, de República Dominicana. Cifras del Ministerio Público señalan que entre 2009 y 2014 fueron víctimas de trata de personas 35 ciudadanas colombianas, 34 ecuatorianas, 18 dominicanas, 17 bolivianas y 6 argentinas. Muchas organizaciones de trata son clanes familiares.

El coordinador de las fiscalías especializadas en trata de personas, Jorge Chávez Cotrina, corrobora que "este tráfico internacional ocurre en zonas de frontera y en Lima". En otros casos las mafias se llevan a menores o adultas peruanas a países vecinos como Ecuador o Argentina. La policía dice no tener denuncias de este tipo, pero CHS Alternativo –ONG que trabaja el tema– ha recogido un caso reciente y dramático.

Explotación y crimen
Esta es la historia: en setiembre del año pasado una niña de trece años fue raptada en Tumbes por una persona de su barrio. Las imágenes de una cámara pública probaron que el sujeto atravesó con ella la frontera rumbo a Ecuador. En un primer momento la policía regional no aceptó la denuncia, pero con el apoyo de CHS sus familiares lograron colocar –dos meses después– la ficha de la niña y del raptor en el registro de la Interpol.

Después de un largo proceso, la policía de Ecuador capturó al sujeto y comprobó que explotaba sexualmente a la menor. Tenía antecedentes por el mismo delito. Hace unos meses la menor volvió con sus padres, pero debieron mudarse de casa porque empezaron a recibir amenazas anónimas. El 14 de agosto pasado, cuando el padre de la menor, José Severino, salía a su trabajo, dos sujetos lo mataron a balazos.

"El responsable del rapto no actuaba solo. ¿Quién amenazaba a la familia si él estaba preso? Y el crimen posterior habla de la peligrosidad de estas organizaciones", dice Jorge Valdez, director de CHS Alternativo. Recién la policía está protegiendo a la menor y a su mamá. Pero el crimen es una advertencia de lo que puede suceder si alguien se atreve a denunciar a estas mafias.

Valdez explica que las menores de edad o mujeres adultas de escasos recursos son el blanco elegido por estas mafias. En el 50% de los casos son fácilmente engañadas con la promesa de un trabajo bien remunerado. Un simple aviso en el tablón de un mercado de provincia o en la página de un periódico puede ser el inicio de una odisea para las mujeres que caen en la telaraña urdida por estas mafias.

La enorme cantidad de casos devela un patrón: cuando la víctima se acerca a preguntar por el trabajo le dicen que puede ganar cuatro veces el  sueldo mínimo trabajando de mesera o recepcionista o modelo, luego la llevan a otra ciudad, en muchos casos la violan, y le retienen el DNI para que no escape. Luego la explotan sexual y laboralmente. La mayoría de jóvenes rescatadas de los campamentos mineros de Madre de Dios, donde las prostituían en bares y discotecas, fueron captadas así.

Muchas menores también son enganchadas a través de las redes sociales. Fue el caso de María –así la llamaremos–, una quinceañera contactada por Facebook. Le ofrecieron trabajo de modelo. Le iban a pagar por hacer unas fotos para un catálogo, pero tenía que viajar a Lima. También le dijeron que no le cuente a sus padres porque otras chicas habían ido por dos días y sus papás se habían molestado.

María vive en un pueblo pequeño del centro del país. Sin decirle nada a nadie fue hasta la capital de su región y ahí le pidió al chofer de una agencia de transporte que la dejara viajar a la capital. Este la citó para otro día y le dijo que la haría subir escondida porque era menor. El día indicado el hombre la encerró en un ambiente, la violó y después la subió a un bus.

En Lima la subieron a un camión. Ahí pudo ver a chicas de su misma edad. Las pusieron al fondo de la tolva, apilaron cajas para cubrirlas y enrumbaron al sur. A la altura del puente Alipio Ponce subió uno de los sujetos a decir que no hagan bulla. 'María' vio que tenía un arma. Instintivamente la cogió y esta se disparó. Se armó la confusión y ella aprovechó para tirarse del camión y huir. Hoy ya está con sus padres, pero no se sabe nada de los otras chicas.

Hora de actuar
El martes pasado, en la presentación del 'Tercer informe alternativo sobre la trata de personas en el Perú 2014-2015' de CHS Alternativo, se mostró un video con una reciente intervención a un campamento minero en Madre de Dios que dio como resultado el rescate de 18 menores de edad que eran prostituidas en el lugar. Dos de ellas estaban embarazadas.

También se mostraron cifras del delito en el Perú: de las 2 mil 241 víctimas de trata registradas entre 2009 y 2014 –según cifras del Ministerio Público– el 80% de víctimas eran mujeres, el 56% eran menores de edad y al 50% las captaron ofreciéndole un trabajo. La trata de personas en el Perú tiene rostro de mujer adolescente y pobre.

Para Ricardo Valdez, de CHS Alternativo, urge que se destine mayor presupuesto para los albergues de acogida. Hoy solo hay dos albergues especializados en la atención de víctimas. "Debe haber uno en cada región", dice. Por su parte, Javier Chávez Cotrina, coordinador de las fiscalías especializadas en trata de personas, plantea aumentar el presupuesto de la policía para labores de inteligencia. "Sin información no hacemos nada", dice.

En sus últimos operativos la policía continúa encontrando menores de edad en prostíbulos y antros de Lima. Hace unas semanas rescataron a una menor de provincia que estaba en el Trocadero. Y en Huaral también encontraron a otra. "Dentro de nuestras posibilidades, hacemos todo lo posible", dice el coronel Chávez. Desde el 2009 al 2015 se ha denunciado a 3.800 integrantes de estas mafias. Solo 60 están en la cárcel. Las mafias siguen ganando la partida.

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