Del Perú
hacia Marte, el reto de la papa peruana en el espacio
En marcha.
Este mes se inician las primeras pruebas con tres variedades de papa. Para ello
se utilizará arena del desierto de La Joya (Arequipa), por ser similar al suelo
marciano. La NASA y el Centro Internacional de la Papa (CIP) lideran este
experimento.

Tras salvar
al mundo de las grandes hambrunas, la papa peruana ahora tiene una nueva
misión: cruzar la estratósfera –a millones de kilómetros de distancia– con el
fin de convertirse en el primer alimento que se siembre en Marte.
Si bien la
idea se asemeja a una escena cinematográfica futurista, no está muy lejos de
concretarse, pues un grupo de científicos, entre ellos un compatriota nuestro,
ya trabaja en el experimento.
El primer
paso de este trabajo a largo plazo será lograr que este noble tubérculo crezca
en condiciones terrestres hostiles, muy parecidas a las del planeta rojo. Para
ello, el Centro Internacional de la Papa (CIP) y la Administración Nacional de
la Aeronáutica y del Espacio (NASA, por sus siglas en inglés), instituciones
que lideran el proyecto, eligieron el desierto de Pampa de La Joya, ubicado a
70 kilómetros de Arequipa, por ser análogo
al suelo de Marte.
Pero ¿qué
características comparte Marte con La Joya? De acuerdo con Julio Valdivia,
líder científico de la investigación y asociado del SETI de NASA, el desierto
peruano posee características físicas, químicas, geológicas y orgánicas muy
similares al planeta rojo.
“Tiene algo
que es vital, la composición del suelo es muy volcánica. Además hay cantidades
de minerales, de hierro, que destruyen la materia orgánica, que impide la vida
macroscópica (que puede apreciarse sin ayuda de un microscopio)”, detalla
Valdivia.
Eso quiere
decir que si algún organismo intenta crecer allí se destruye. Por esta razón,
es difícil encontrar insectos asomándose debajo de una roca como sí los hay en
el desierto del Sahara.
Otra
similitud –añade Valdivia– se centra en la geomorfología (el paisaje). La
formación de las estructuras que conforman el horizonte de La Joya es
visualmente semejante a la de Marte, por sus dunas, formaciones rocosas y más.
A esto se
suma la parte geoquímica. La composición y reacción de sus compuestos con el
ambiente son muy parecidas a las de Marte.
Todos estos
elementos llevaron a la NASA a considerar a Pampas de La Joya como el lugar
indicado para el experimento. Sin embargo, habrá ciertos puntos a tomar en
cuenta a lo largo del proceso.
Al no ser
Marte, sino un espacio terrestre con características muy parecidas, los
científicos deberán recrear ciertas condiciones. Una de ellas es su compleja
atmósfera.
Según las
exploraciones realizadas por las diferentes agencias espaciales, se sabe que el
cielo marciano está formado básicamente por dióxido de carbono (CO2). También
se recreará la radiación extrema producto de los rayos ultravioletas tipo C.
“Pese a que
en Arequipa el impacto de estos rayos es mayor que en otra parte del país, no
se asemejan”, dice Valdivia.
Lo mismo se
hará con la presión del ambiente. Respecto a la gravedad, que es un tercio de
la terrestre, no se podrá lograr en primera instancia pero se irá probando a lo
largo del experimento.
Pero ¿cómo
se logrará lo antes mencionado? Para simular un espacio marciano se construirá
un pequeño domo o simulador. Este trabajo se iniciará este mes.
“Ya se está
construyendo uno en los EEUU y se trabajará uno aquí, con peruanos. Será 100%
‘made in Perú’”, refiere Julio Valdivia y añade que “será como una olla a
presión de 30 por 30 centímetros”.
Mientras eso
sucede, los científicos del Centro Internacional de la Papa realizarán las
primeras pruebas. Por esta razón, Valdivia viajará a Arequipa en estos días con
la finalidad de traer aproximadamente 80 kilos de arena de Pampas de La Joya.
Esta cantidad de suelo inerte permitirá realizar estudios más finos de su
composición en laboratorios, así como ensayar el sembrado de nuestro tubérculo
de bandera.

CAMBIO CLIMÁTICO Y MÁS
Pero este
trabajo no solo permitirá conocer si la papa peruana será el primer vegetal que
se siembre en Marte. De acuerdo con el equipo científico, a través de este
experimento se pondrá a prueba el nivel de tolerancia de este tubérculo ante
situaciones extremas muy semejantes a las que viviremos por el cambio
climático.
Dos de ellas
son la aridificación y desertificación. Si bien el primero es un proceso
natural que desencadena la formación de un desierto, como el de La Joya,
superar el segundo, que implica la degradación de los suelos debido a las
variaciones climáticas y a las actividades humanas, será un reto en un futuro
no muy lejano.
“El hecho de
que haya ciertos tipos de papas que sobrevivan a procesos de hiperaridez, junto
a otras condiciones extremas, permitirá utilizar este tubérculo en la
alimentación de las personas que viven en lugares del mundo donde están
ocurriendo ambos procesos”, enfatiza Valdivia.
Otro punto
que tienen en cuenta los especialistas es que muchos de los avances hechos para
las misiones en el espacio han contribuido en la Tierra, como los materiales
que se utilizan para el cateterismo cardiaco, que se hicieron primero para la
exploración espacial.
EL PORQUÉ DE LA PAPA
Seguro usted
se pregunta por qué se eligió este tubérculo y no otro, como el camote. La
razón es que en el 2014 la NASA hizo pruebas en suelos volcánicos de Hawái, muy
similares a los de Marte, y se concluyó que la papa era la indicada.
La razón
radica en que la papa, en comparación con otros alimentos, tiene un alto
contenido de nutrientes. Además figura entre los cuatro cultivos alimentarios
más grandes del mundo y, desde el punto de vista del agro, produce bastante en
poco tiempo y con poca agua. Se sabe además que su rendimiento está entre dos y
cuatro veces mayor que los cultivos de cereales.
A esto se
suma su amplia variedad y su versatilidad ya comprobada, ya que crece en diferentes
lugares: los trópicos, en el círculo polar, zonas altoandinas, costas, etc.
SE PROBARÁN TRES TIPOS
De las cinco
mil variedades que existen en todo el mundo, los expertos del Centro
Internacional de la Papa (CIP) han elegido las más resistentes.
Si bien se
dijo en un primer momento que serían nueve los tipos de papa que se probarán en
esta primera etapa, el CIP precisa que serán menos.
“Vamos a
empezar con unas tres variedades que creemos se podrían adaptar a suelos muy
secos como los de Marte”, explica Jan Kreuze, virólogo de dicha institución.
Estos tres
tubérculos han sido mejorados genéticamente para poder tolerar sequías, calor y
suelos adversos, refiere Kreuze. “Se han probado en suelo de algunos
agricultores y han crecido bien. Incluso, en el proceso de mejoramiento, han
sido sembradas en algunas zonas de Arequipa”, añade.
Sin embargo,
el reto será probarla en tierra árida. “Creo que sí va a poder crecer, lo único
es que hay que darle un poco de agua”, comenta el experto sobre la probabilidad
de éxito de este experimento. Sobre los nombres de estas tres papas, señala que
no poseen esta información, pero serán algunas variedades que existen en el
mercado, algo “similar a la papa blanca”.
El equipo
del CIP empezará este mes las pruebas con material que traerán del suelo de La
Joya en una cámara de crecimiento que se encuentra en su local de La Molina.
Ver florecer a las primeras papas tomará entre 3 y 4 meses.
¿Cómo usarán el agua en Marte?
De
completarse exitosamente las pruebas en la Pampa de La Joya, el siguiente paso
será comprobar el crecimiento del tubérculo in situ, con el envío de una misión
espacial.
Aunque hace
unos meses científicos de la NASA ratificaron la presencia de agua líquida en
Marte, el uso de este fluido en el proceso de la siembra será un reto adicional
que enfrentará el equipo a cargo de esta tarea, ya que tiene componentes diferentes a la nuestra.
Para
encontrar agua líquida en Marte, el planeta tiene que estar a -20 °C y el
líquido debe poseer gran cantidad de perclorato (sales hidratadas).
La presencia
de este elemento no sería letal para el consumo humano, señaló Julio Valdivia,
líder científico del proyecto.
"Será
apta para el consumo humano. Quizá tenga un sabor un poco diferente, pero nada
más", sostuvo.
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