DEPORTES

El tridente del mal

Nueva acusación. Harold Mayne-Nicholls, ex presidente de la Federación de fútbol de Chile, revela que Burga, junto a los dirigentes de Ecuador y Bolivia, le insistió en reiteradas ocasiones para que firmara un contrato ilegal por los derechos de transmisión de los partidos de la Copa América.

 

Manuel Burga Seoane, ex presidente de la Federación Peruana de Fútbol, cumple hoy una semana encarcelado al estar implicado en el caso del ‘FIFAgate’. El chiclayano, que de Requisitorias pasó el lunes a ser recluido en el penal de Ancón II, bajo sombra estudia alguna estrategia legal –se habla de vicios de proceso que no se especificaron– para burlar el trámite de extradición de la justicia norteamericana, pero, quiera o no, tendrá que comparecer en Estados Unidos para responder a las acusaciones en su contra, en las que se incluyen conspiración de crimen organizado, conspiración de fraude electrónico, lavado de dinero en el caso Copa Libertadores –por una repartición de sobornos de T&C Sports Marketing– y lavado de dinero en lo referido a la Copa América Centenario.

Con el correr de los días, la situación de Burga lejos de aclararse se complica. Harold Mayne-Nicholls, ex presidente de la ANFP (Asociación Nacional de Fútbol Profesional de Chile), incriminó también al ex directivo peruano con declaraciones que son un duro golpe para la tesis de su inocencia. El ex mandamás del fútbol chileno, que contrató en su momento al técnico Marcelo Bielsa, dinamitó la imagen de tres directivos de la Conmebol, entre ellos Burga.

En una nota que publica el diario El Mercurio titulada ‘Cuando fui presidente de la ANFP recibí presiones para firmar fraudulento contrato’, Mayne-Nicholls revela que los presidentes federativos de Perú, Ecuador y Bolivia le insistieron para que aceptara cambiar de patrocinador televisivo para la Copa América.

“Después del Mundial de Sudáfrica (2010), en una reunión del Comité Ejecutivo, me llevaron una carta donde aceptábamos cambiar el patrocinador televisivo de la Copa América, que era Traffic, por el argentino Full Play... y les dije que lo sentía mucho”, señaló e indicó que Luis Chiriboga de Ecuador, Romer Osuna de Bolivia y Manuel Burga de Perú le insistieron durante meses para que firmara el polémico contrato por el que ahora son investigados por la fiscal de los Estados Unidos Loreta Lynch. Todos están detenidos. “Traffic pagaba 8 millones por la Copa y el nuevo contrato era de 33 millones, era evidente que era conveniente para todo el mundo, pero si había un contrato en vigor, a mí me parecía inmoral e ilegal que suscribiéramos uno nuevo. Me acuerdo que Chiriboga, Burga y Romer Osuna se me acercaron varias veces y me pedían que firmara. En la última reunión a la que asistí en el 2010, ese papel ya venía firmado por los nueve colegas de las federaciones y el único que no firmé fui yo”.

“DELATORES Y SOPLONES”

Luego agregó: “Tengo una vergüenza muy grande al ver que aparece gente que era con quien uno compartía en el Comité Ejecutivo de la Conmebol. Tengo una molestia gigantesca, porque todos los dólares que salieron para esas personas le pertenecen al fútbol. Ellos (directivos implicados en el ‘FIFAgate’) fueron electos para honrar, proteger y desarrollar el fútbol y lo traicionaron. Al entregarse voluntariamente a la justicia a cambio de información, quedan además como unos delatores y soplones, es decir, que no tienen ningún código, sino están llenos de avaricia y de codicia”. Finalmente, el también periodista criticó duramente al hasta hace poco presidente de la ANFP Sergio Jadue. “Es increíble el daño tan grande que le hizo al fútbol chileno. Todas las autoridades ahora están cuestionadas. Lo peor es que se entregó al FBI para acusar a otros, eso para mí es lo más enfermo”.

Como se sabe, las investigaciones indican que en el ‘Grupo de los 6’, que habría exigido sobornos para ceder derechos de televisión, también se incluye a las federaciones de Paraguay, Venezuela y Colombia.

Sabía que...

El brasileño Fabio Tordin, de Media World LLC, habría entregado 10 mil dólares de soborno a Brayan Jiménez, presidente de la Federación de Fútbol de Guatemala, para que su selección ‘acomodara’ su calendario y pudiera jugar un amistoso con la selección peruana.