Carlos Gálvez, presidente de la SMNPE:
“Gobierno
fue el menos promotor de la minería”
Gestión de Humala fue la
más pasiva con este sector. Asimismo, cuestionó las propuestas que expusieron
los principales candidatos presidenciales en CADE 2015 sobre la inversión
minera.

Guste o no, el Perú es un
país minero y más del 50% de su PBI está financiado por esta actividad. La
perspectiva para el próximo quinquenio es preocupante, no hay megaproyectos de
inversión en este sector. Este gobierno los ahuyentó.
¿Los candidatos presidenciales que se presentaron
en la CADE hicieron planteamientos positivos para el sector minero?
Todos señalaron que debe
haber actividad minera en el país. Algunos mencionaron la diversificación
productiva, que está muy de moda. Sin embargo, todos reconocieron que la
actividad minera constituye más del 50% de las exportaciones y que la
recaudación del sector es importantísima. Por eso, tienen que apoyarse en esta
para poder solventar los proyectos para el país.
¿Hubo un planteamiento creativo?
Todos resaltaron la
necesidad de desarrollar los proyectos que están detenidos o postergados.
También mencionaron –a diferencia de lo que ocurre con el gobierno de Ollanta
Humala– la necesidad de liderazgo y trabajo con las comunidades de las zonas
mineras para impulsar los proyectos porque, si no, no se podrán ejecutar. En
términos generales, los planteamientos fueron vagos, sin sustento…
¿En qué sentido?
Keiko Fujimori planteó
como ejemplo la actividad minera que se da en Trujillo, donde los trabajadores
informales trabajan para las empresas vendiéndoles su producto. Considero que
no es una forma adecuada de trabajar…
¿Por qué?
Porque se convalida la
actividad informal en la minería. Todo trabajador tiene derecho a regresar sano
y salvo a su casa luego de su jornada; la actividad no formal no labora con
seguridad. Todos tenemos que trabajar con respeto del medio ambiente, cosa que
no cumplen los no formales. Además, no pagan impuestos, como lo hace la
actividad formal extractiva. El de Keiko fue un planteamiento sesgado, porque
se nota que hay alguien muy cercano a la minería ilegal que está tratando de
convalidar esa actividad.
¿Un lobby de minería informal en Fuerza Popular?
No lo sé, alguien cercano
a los informales y que se lo transmite a Keiko. Creo que habló para los que la
veían por televisión. En el caso de Alan García…
Antes de comentar sus propuestas, examinemos las de
los otros candidatos.
PPK dijo que apoyaría a
la minería responsable con el medio ambiente, es una generalidad con la que
todos estamos de acuerdo.
Alejandro Toledo dijo que él impulsó Las Bambas,
que era politiquería preguntar si se quiere agua u oro, y la necesidad de la
diversificación.
Es uno de los tantos
lugares comunes que hemos escuchado. Todos estamos de acuerdo, pero la
diversificación productiva no reemplaza a la actividad minera. César Acuña tampoco
dijo nada en especial, generalidades, que él era empresario y que había que
desarrollar todos los proyectos que se pueda.
¿La propuesta de canon comunal de Alan García fue
concreta?
Sin sustento, con gran
desconocimiento de qué se trata y cómo se maneja, porque quienes reclaman o
están en contra de los proyectos mineros no son aquellos que han sido
propietarios del terreno donde está la concesión. Quienes protestan están a 50
kilómetros de distancia del proyecto. Eso no se resuelve con el canon comunal,
tal como lo plantea García.
¿No hay comunidades alrededor de la mina?
Sí, pero ya no es quien
está arriba de la mina, ya les compraron y se retiraron. Los contrarios a Conga
no eran quienes estaban alrededor, sino en otros lugares. Los problemas en Las
Bambas no son de la gente de Challhuahuacho, sino de Tambobamba, que se
encuentra a 50 km. ¿Cuál es el alcance que les das a las comunidades? Todas
quieren ser calificadas como zona de influencia directa del proyecto. Pasa la
carretera, la línea de transmisión y se dicen zona de influencia. Hasta
Arequipa quiere ser considerada zona de influencia directa de Las Bambas porque
el concentrado se embarcará en Arequipa. Con ese criterio, todos los peruanos
somos beneficiarios de ese canon. Además, hay que distinguir entre una mina
subterránea y de tajo abierto.
¿Darles canon directamente a las municipalidades o
a las comunidades de la zona de influencia no es novedoso?
En el caso de las
municipalidades, no. El canon llega al gobierno regional y al distrital directamente
donde se realiza la actividad. Además de estos estamentos, Alan García plantea
un cuarto: la comunidad. Lo que no tiene claro es que, si hay alguien corrupto,
son las comunidades…
¿Por qué lo afirma?
Porque donde hay plata
hay corrupción y pugnas para tener el control de esta. Si hay corrupción a
nivel de distrito, los proyectos no se desarrollan porque se tiran la plata.
Imagine en la comunidad. Es muy fácil tirarse la plata de cualquier proyecto y
no se concluye. En Echarati hay 41 proyectos en abandono. Se dio el adelanto,
el contratista desapareció y la plata voló.
¿Y para usted con las comunidades sería igual o
peor?
Peor, porque ahí funciona
el Fuenteovejuna, todo es colectivo. Se eligen directivas y, cuando hay un
interés económico de por medio, se declaran corruptos unos a otros, no dejan
participar a nadie. Nosotros, en Oyón, hemos estado cerca de ocho años sin
tener interlocutor en la comunidad. Nosotros trabajamos, pero entre ellos no se
permitía siquiera la inscripción de una directiva.
¿Eso impide bonificar a la comunidad, como planteó
García?
Estoy de acuerdo, pero lo
haría de manera directa, personal, individual. Empezando que, si das el dinero
para que construyan proyectos, la comunidad no tiene la ‘expertise’ para
formular proyectos, menos de ejecutarlos. Hay que tener unidades ejecutoras del
Gobierno Central que hagan los proyectos que la comunidad necesita. Esa fue la
virtud que tuvo el Programa Minero de Solidaridad con el Pueblo en el gobierno
de Alan García. Ahí las empresas formulaban el proyecto, consensuaban con la
comunidad y lo ejecutaban. La empresa no se tira la plata. Además, si no
resuelves el problema, protestan igual. Asimismo, no todas la comunidades son
iguales, e insisto: quienes pitean no son las comunidades que están en el
proyecto, sino las que están más allá. Y, finalmente, la Contraloría no tiene
injerencia en las comunidades.
¿Cómo amainar los conflictos sociales?
El Estado debe ejecutar
los proyectos que les resuelven los problemas a las comunidades para que tengan
condiciones adecuadas de vida, agua potable, luz, etc. Una presencia permanente
del Estado, su misión es la redistribución de la riqueza.
¿Cómo participan las mineras en esto?
Pueden perfectamente
ayudar al Estado a elaborar y desarrollar los proyectos, a hacer ingeniería.
Puede ser con el Programa Minero de Solidaridad o servicios y obras por
impuestos. Las mineras tenemos ingeniería y capacidad de gestión sin
‘pericoteo’ de por medio.
¿El Programa Minero de Solidaridad es mejor que el
canon comunal?
Sí, es un mejor modelo de
gestión. Lamentablemente, el gobierno de Humala lo desapareció porque querían
tener la plata ellos y manejarla. Les han retirado recursos a las regiones,
provincias y distritos para que los tenga el gobierno central y canalizarlo a
otras cosas.
¿El gobierno de Humala se ‘adjudicó’ la plata de
las comunidades?
Hizo una reasignación de
fondos.
No está siendo algo aguafiestas…
No. La propuesta de canon
comunal no ha sido debidamente analizada. El tema es quién ejecuta. Sí podría
conversar con Alan García y explicarle.
¿Pedirá reunirse con él?
Sí, ya hemos mandado una
carta a todos los candidatos para reunirnos con su equipo de plan de gobierno.
¿Y la propuesta de darles a las comunidades la
propiedad de subsuelo?
Habría que cambiar la
Constitución y no creo que sea conveniente, porque todos somos propietarios del
recurso del subsuelo. Es propiedad de la Nación, que somos todos. Por qué
asignarle el recurso solo a un ‘grupete’. Distinto es si se titula a esos
ciudadanos. Eso sería muy positivo, tendrían derecho de ciudadanía. Hoy en día
la comunidad funciona como rebaño. No pueden tomar decisiones sobre su parcela,
dependen de la decisión colectiva.
¿Un comunero no es un ciudadano?
Qué ciudadano va a ser si
no tiene capacidad de decidir sobre la tierra donde vive…
Algunos recordarán sus palabras: hasta mi empleada
lo entiende…
No dije ‘hasta’, sino
que, cuando me preguntan cosas técnicas, trato de explicar en palabras simples.
Dije: “Estoy acostumbrado a preguntar a mi empleada si ha entendido las
presentaciones que hago en público”. Estaba hablando por televisión y ahí hay
que usar un lenguaje sencillo, no sofisticado, para que todos entiendan. Los
ingenieros estamos acostumbrados a hablar para ingenieros, biólogos, químicos.
Usted responsabiliza al Estado por los conflictos
mineros…
A la ausencia del Estado,
sin duda. Los políticos corruptos se han pasado décadas sin atender a esos
ciudadanos y han recibido canon, regalía, impuesto a la renta.
¿Cuándo han sido más intensos estos conflictos: con
Toledo, García, Humala?
Conforme pasa el tiempo
es peor, porque encima tienes a las ONG que les hacen notar todas las carencias
que el Estado no asume y los derechos que tendrían, llegando al extremo. El
mensaje es: aquí no se toca nada si no me dan por adelantado esto y lo de más
allá, en el marco de negociación donde participa la empresa y la comunidad. ¿Y
el Estado? De costadito. Cuando se arma el conflicto, crea mesas de diálogo, de
desarrollo. ¿Por qué se espera a esto para abordar el desarrollo? Esa zona ha
estado abandonada por décadas.
Insisto, ¿cómo aportan las mineras en este
contexto, siquiera por sus intereses?
La compañía llega a la
zona a explorar, no tiene un yen para poner si aún no sabe si habrá mineral
para explotar. Pero ahí ya se arma el conflicto. Se ponen condiciones; ni se
deja mirar. Si hay explotación, la minera está pagando impuestos por años y las
demandas cada vez son mayores porque, ante la ausencia del Estado, la empresa
tiene que sustituirlo. Nadie quiere desembarazarse de sus obligaciones. Lo que
se quiere es una actividad tripartita, que el Estado asuma lo suyo. Quien lo
haga debe tener un rol transversal y no echarse la pelota entre ministerios.
Alan García mencionó que el riesgo es que los
conflictos sociales bloqueen a la gran minería.
Eso es lo que está
ocurriendo. Se bloquean los proyectos al extremo de que, terminada Las Bambas,
lo único grande que nos queda por ejecutar es la ampliación de Toquepala y para
de contar. El resto de proyectos están bloqueados o las compañías se aburren y
se van a otros proyectos en el mundo.
Por Mariella Balbi
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