Burga tras las rejas
Su final. El ex presidente de la FPF fue recluido
en el penal Ancón II tras decisión de juez del Séptimo Juzgado Penal mientras
se concreta su proceso de extradición. Se le acusa de crimen organizado, fraude
electrónico y lavado de activos.

Manuel Burga, ex
presidente de la Federación Peruana de Fútbol, pasará este año posiblemente su
peor Navidad en una celda de Ancón II, penal de máxima seguridad. Ello por
estar involucrado en el ‘FIFAGate’, que ha descubierto los actos de corrupción
en el máximo ente del fútbol y en los cuales él habría participado.
Después de ser capturado
el viernes pasado cerca de su casa tras confirmarse la orden de detención
internacional por estar acusado de tres delitos comprendidos en 5 de los 92
cargos que ha presentado la fiscalía americana: conspiración de crimen organizado,
conspiración de fraude electrónico y lavado de activos, Burga pasó el fin de
semana en Requisitorias.
Ayer fue llevado al
Séptimo Juzgado Penal de Lima en medio de grandes medidas de seguridad. Burga
salió con un chaleco antibalas, esposado y escoltado por varios agentes. Su
declaración frente al juez William Luna Villafana duró poco menos de una hora y
este decidió que sea recluido en el penal Ancón II. El arresto domiciliario fue
desestimado.
Luego fue internado en
una carceleta del INPE, donde Burga tuvo su único contacto con la prensa. “Yo
no he recibido nada, como ya lo he declarado”, fue lo único que se le pudo
escuchar. Luego fue llevado al centro penitenciario donde tendrá que cumplir
prisión preventiva mientras se termina su proceso de extradición. El tiempo que
estará en el Ancón II depende de cuánto se demore el Departamento de Justicia
de Estados Unidos en el pedido de extradición, que tiene un plazo de sesenta
días.
Julio Magán, jefe del
INPE, indicó que una junta especial penitenciaria determinará el régimen
ordinario bajo el que cumplirá su internamiento. Ayer Burga estuvo en el
pabellón de observación, donde también permanecerá hoy, lugar adonde llegan
antes de que se clasifique a los reos. Recién mañana se sabrá a qué módulo irá,
aunque lo más probable es que vaya al 3, donde se ubica a los presos de San
Jorge. Es la zona más cómoda del penal.
Burga está tras las rejas
y no recibirá un trato diferenciado. Después de ser presidente de la FPF
durante doce años (desde el 2002 hasta el 2014), tiempo durante el cual se
sospechó sobre sus malos manejos, pero no se pudieron comprobar pues salió bien
librado en nuestro Poder Judicial, ahora la justicia norteamericana tiene
pruebas de que ha sido parte de una red de corrupción que involucra a 16
miembros de la Conmebol y la Concacaf.
EVIDENCIAS EN SU CONTRA
Dentro de este caso hubo
colaboradores eficaces que decidieron ayudar a la justicia norteamericana en su
investigación a cambio de no estar encarcelados y rendir sus manifestaciones
con arresto domiciliario, para lo que decidieron pagar una fianza. Eso
significaba aceptar la culpabilidad de los cargos a los que eran acusados que
también podría terminar en una reducción de la pena. Ese camino no quiso seguir
Manuel Burga, quien sigue alegando su inocencia y tendrá que demostrarla.
El 2013 se creó la
empresa Datisa, que firmó ese mismo año con la Conmebol un acuerdo por la
transmisión de cuatro ediciones de la Copa América (2015, 2019, 2023, 2027,
además de la Copa Centenario del 2016), que incluía 100 millones de dólares de
sobornos a funcionarios. Veinte millones por firmar que fueron repartidos entre
las federaciones en diferentes proporciones. Según la acusación, Burga habría
recibido un millón y medio de dólares. Eso tendrá que ser determinado en la
actual investigación.
Alejandro Burzaco, uno de
los dueños de Datisa y también de TyC, ahora colaborador eficaz, dijo que en el
2009 se formó “El grupo de los 6”, un bloque conformado por seis de las
naciones con menos peso dirigencial de Sudamérica, entre las cuales estaba Perú
representado por Manuel Burga, que intentaba tener más poder en la toma de
decisiones de la Conmebol y pidieron que los sobornos de la Copa Libertadores
se repartiera con ellos también. Burzaco asegura que empezó a pagar de seis
cifras –de un millón de dólares– anuales a los miembros de este grupo.
Todo empezó en mayo
cuando en Suiza arrestaron a altos dirigentes de la FIFA en lo que fue el
primer ‘gran golpe’ que tuvo el máximo ente del fútbol. Sus cimientos fueron removidos
y ahora la ardua investigación norteamericana sigue escarbando dentro de una
gran red de corrupción dentro del deporte más popular, en la que está envuelto
el ex mandamás de la FPF Manuel Burga.
NAPOUT VA A ESTADOS UNIDOS
Todo se va cayendo como
fichas de dominó, una tras otra. El presidente de la Conmebol, Juan Ángel
Napout, quien fue detenido la semana pasada en Suiza, ha aceptado ser
extraditado a Estados Unidos para enfrentar las acusaciones que tiene en su
contra después de asegurar que es inocente de los cargos que le imputan. Este
comunicado brindado por sus asesores legales fue difundido por la prensa
paraguaya. Napout fue capturado el jueves pasado junto con el hondureño Alfredo
Hawit, presidente de la Concacaf, ambos acusados de ser parte de una red de
corrupción de la FIFA que incluye pago de sobornos a diferentes federaciones y
también la venta de derechos de transmisión de televisión de importantes
torneos.
En cifras
1,5 millones de dólares
habría recibido Burga por firmar el contrato con Datisa.
12 años estuvo al frente
de la Federación Peruana de Fútbol.
Angelo Torres – La República
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