El Sodalicio: las diligencias
que la Fiscalía no debe omitir
A treinta días de iniciada la investigación fiscal de los
abusos denunciados en el libro Mitad Monjes, Mitad Soldados, ha quedado en
evidencia la posibilidad de archivar el caso, ante la supuesta falta de
declaración de los implicados. En las siguientes líneas, la periodista Paola
Ugaz ofrece una veintena de pasos que podría seguir la fiscal Maria del Pilar
Peralta para evitar que los graves hechos revelados queden en la impunidad.


Más de treinta testimonios de abusos cometidos en la orden
del Sodalicio de Vida Cristiana, denunciados en el libro Mitad Monjes, Mitad
Soldados. Muchos de ellos detallados con suficiente claridad como para que el
Estado, a través del Ministerio Público, cumpla con su deber de sancionar a los
responsables. Ante el riesgo de un posible archivo del caso, aquí una lista de
pasos que podría seguir la fiscal María del Pilar Peralta, quien tiene a su
cargo este caso emblemático.

Paso 1: Pedir una reunión con la Conferencia Episcopal de
Lima, con el fin de obtener asesoría para que el Tribunal Eclesiástico de Lima
les haga caso y, por fin, entregue las denuncias contra el Sodalicio
presentadas desde el 2011.
Paso 2: Responder con firmeza y educación al Arzobispado de
Lima, y aclarar que esta investigación marcha en el fuero común. Además, un
comunicado de la Conferencia Episcopal de Lima señala que "sin perjuicio
del foro interno o sacramental, siempre se siguen las prescripciones de las
leyes civiles en lo referente a remitir los delitos a las legítimas
autoridades".
Paso 3: Organizar por
fechas y horas, todos los reportajes, entrevistas y comunicados sobre el
Sodalicio que han salido a la luz, después de que se presentara en Lima el
libro Mitad Monjes, Mitad Soldados.
Paso 4: Entrevistar a Pedro Salinas y a mí, para ayudar con
la agenda de teléfonos y la hoja de ruta para ubicar los testimonios que
aparecen en el libro Mitad Monjes, Mitad
Soldados, y otros nuevos testimonios.
Paso 5: Entrevistar al grupo de psicólogos y psiquiatras que
han tratado y tratan a los sodálites desde 1971: Carlos Mendoza, Jean Paul
Swinnen, Cecilia Collazos y Liliana Casuso.
Así conocerán de primera fuente lo que sufrieron dentro de dicha organización.
Paso 6: Ubicar y entrevistar al sacerdote sodálite Jean
Pierre Teullet, conocido como el “sacerdote rebelde”, quien tiene en su poder
más de una decena de testimonios-denuncias de sodálites y exsodálites que no
aparecen en Mitad Monjes, Mitad Soldados.
Paso 7: Ubicar al exsodálite, Martín Scheuch, autor del blog
“Las líneas torcidas”, donde expone cada semana los actos abusivos de la cúpula
sodálite, al tiempo que en sus foros hay denuncias con detalles de abusos
sexuales cometidos por Jeffrey Daniels, quien, para mayores señas, se encuentra
en Estados Unidos. ¿Se han contactado con Daniels?
Paso 8: La revista “Caretas” ha revelado el caso del
presunto pederasta sodálite, Ricardo Trenemann, quien apenas salió la denuncia
se fue del país con destino a Brasil.
Paso 9: Ubicar y entrevistar a la cúpula del Sodalicio, con
Alessandro Moroni a la cabeza, quien ya ha reconocido en un comunicado público
que el libro Mitad monjes, Mitad soladdos "recoge testimonios variados que
son verosímiles y que deben ser esclarecidos exhaustivamente. Además hay ex
miembros del Sodalicio que dicen haber sido víctimas de abusos de diversa
índole por parte de Luis Fernando Figari. Sabemos que hay denuncias que han
sido entregadas a los tribunales eclesiásticos, pero que no son accesibles
porque los tribunales guardan reserva para poder emitir sus dictámenes con
independencia". La primera pregunta de cajón será: Ricardo Trenemann de
diverso tipo dentro de la organización?
Paso 10: Ubicar a Luis Fernando Figari, quien vive en Roma,
desde abril de este año. Si no pueden ir a tomar su testimonio, pueden usar
Skype o whatsApp. El abogado de Figari, Juan Armando Lengua Balbi, ya ha
señalado que su defendido ha reconocido los abusos físicos y psicológicos más
no los sexuales.
Paso 11: Una consulta que haría cualquier buen investigador:
¿han hecho la inspección ocular a la casa del fundador donde ocurrieron los
abusos sexuales, en la calle La Pinta 130 en San Isidro?
Paso 12: Ubicar a los padres de sodálites que han perdido
toda relación con sus hijos, como es el caso de Héctor Guillén en Arequipa y el
argentino Eduardo Alt en Lima.
Paso 13: Ubicar a los grupos espontáneos de ex sodálites
formados en Facebook y whatsApp, donde están compartiendo, entre ellos, datos
que les ayudan a lograr su reinserción laboral, social y amical, luego de su
paso por el Sodalicio.
Paso 14: Organizar un grupo de peritos: psicólogos,
antropólogos y sociólogos de la religión, para evaluar lo que significa haber
sufrido el lavado cerebral dentro de la organización.
Paso 15: Entrevistar como testigos al Arzobispo de Lima,
Juan Luis Cipriani, y a los miembros del Tribunal Eclesiástico de Lima.
Cipriani figura como el moderador, Víctor Huapaya es el presidente, y los
jueces son Julio Zafra, Óscar Balcázar, Luis Gaspar, José Ros Jericó y José
Tamínez.
Paso 16: Comunicarle al Sodalicio que dentro de los
principios fundacionales de la Fiscalía peruana se encuentra: “promover de
oficio, o a petición de parte, la acción judicial en defensa de la legalidad y
de los intereses públicos tutelados por el derecho”, y por ende, tendrá acceso
a todas las denuncias que reciba la Comisión especial del Sodalicio.
Paso 17: En una de las denuncias entregadas al Tribunal
Eclesiástico por “Santiago” figura lo siguiente: “Quiero dejar constancia que
he referido este incidente al padre Jaime Baertl Gómez, en una conversación
personal, y se la he repetido en varias ocasiones. Además, en esa misma
conversación le mencioné de las otras acusaciones contra el señor Figari (…),
pero me dijo después que las conversó con el señor Figari y que este las había
negado y que en mi caso concreto no lo veía como abuso sexual”. De inmediato,
el Ministerio Público podría citar a Jaime Baertl Gómez y preguntarle desde qué
fecha conoce una de las denuncias más duras contra Figari.
Paso 18: Profundizar el caso de la reciente denuncia del
sodálite Andrés, por abusos físicos y psicológicos contra Daniel Cardó.
Paso 19: Ver las películas “El club” de Pablo Larraín, “El
bosque de Karadima” de Matías Lira, “Spotlight” de Tom Mc Cathy y “Obediencia
perfecta” de Luis Urquiza.
Paso 20: Pensar en las víctimas del Sodalicio, quienes
confían en que aparezca lo más parecido a la justicia.
CLAVES
A fines de noviembre, en Radioprogramas del Perú, el
superior general del Sodalicio, Alessandro Moroni, se preguntó “¿Cómo nos pasó
esto?”, luego de hacer un repaso a lo que no ha hecho el Sodalicio, desde que
apareció la primera denuncia por abusos físicos y psicológicos que hizo en el
año 2000 José Enrique Escardó.
Desde aquel año, Alessandro Moroni y su cúpula nada hicieron
para esclarecer las acusaciones.
(*) Investigadora para el libro Mitad monjes, Mitad
soldados, de Pedro Salinas.
Enfoque: las víctimas
del Sodalicio
Rocío Figueroa. Teóloga
El abuso sexual es una de las experiencias más traumáticas
que un adolescente o niño puede sufrir. Los estudios, como el de Hindman
(1989), insisten en que la revelación pública de estos eventos provee la mejor
oportunidad para que las víctimas se confronten con el trauma y puedan
sobreponerse. Hopkins y Maris afirman que decir la verdad es importante porque
da voz a la realidad del abuso.
Todos los estudios muestran que la curación para que una
víctima se convierta en sobreviviente es la validación del abuso por parte de
las autoridades de la Iglesia.
Desgraciadamente Alessandro Moroni aún no lo comprende: no
basta una comisión para remunerar económicamente, no basta decir “queremos
llegar hasta el fondo de la verdad”.
¿Queremos? Sí, Sandro ya sabe cuál es la verdad, si se ha
ido hasta Roma a contarle la verdad al Papa. ¿Por qué no puede decir
públicamente que ante los testimonios de las víctimas, Figari es un pederasta y
un abusador? Su actitud políticamente correcta es la peor revictimización que se
puede hacer a las personas que sufrieron.
Si él está convencido, ¿por qué no puede validar la verdad?
Mi única respuesta es porque más importante es la política que las víctimas.
Los sobrevivientes esperamos que Sandro diga: “Les creo. Creo en sus testimonios,
creo que Figari abusó de ellos y por eso lo queremos expulsar”, nada más. Si no
lo creyera no hubiese iniciado tal comisión ni hubiese ido a Roma. ¿Es tan
difícil decirlo públicamente?
El entrampamiento del
cardenal Juan Luis Cipriani
El Ministerio Público remitió un oficio al Arzobispado de
Lima, que dirige el Cardenal Juan Luis Cipriani, pidiendo copia de los casos de
los delitos contra la libertad sexual que se denunciaron internamente y que
además son mencionados en el libro Mitad Monjes, Mitad Soldados.
El Canciller del Arzobispado de Lima, Jaime Jesús Calvo
Zárate, emitió una respuesta, negándose a proporcionar tal información,
señalando que está en trámite una investigación interna, en concordancia con el
derecho canónico.
Con este acto, el cardenal Juan Luis Cipriani se convierte
en uno de los principales obstáculos para que se investigue a Luis Fernando
Figari y a los miembros del Sodalicio que han cometido abusos sexuales, además
de maltratos físicos y psicológicos.
La actitud de Cipriani se contradice con su pedido abierto
que le hizo al líder del Sodalicio, Alessandro Moroni, de traer desde Roma a
Luis Fernando Figari.
En declaraciones difundidas ayer por Canal N, el Cardenal
Juan Luis Cipriani evitó pronunciarse sobre el tema, al señalar que el caso es
investigado por la instancia del Ministerio Público. Asimismo, dijo que tampoco
se trata de adoptar actitudes moralizadoras, en alusión a quienes efectuaron
las denuncias públicas.
Paola Ugaz - La República
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