sábado, 31 de octubre de 2015

INFORME


Ampliación de extradición de Alberto Fujimori 
es para juzgarlo por crimen en Pativilca
 
César Rodríguez al pie de la tumba de su padre, César Rodríguez Esquivel, secuestrado y ejecutado por Colina en Pativilca 

El 29 de enero de 1992, ocho semanas después de la masacre en Barrios Altos, efectivos del destacamento Colina se desplazaron hasta dos anexos de Pativilca, donde secuestraron, torturaron y ejecutaron a seis personas. Ex agentes del grupo confesaron que participaron en la sangrienta operación.
 
La masacre de seis pobladores de Pativilca es una de las más crueles que consumó el destacamento especial Colina, pero poco o nada se sabe de este caso hundido en el misterio. El homicidio múltiple ocurrido el 29 de enero de 1992, poco después del asesinato de Barrios Altos (3 de noviembre de 1991) y antes del secuestro y desaparición de los 9 estudiantes y un profesor de La Cantuta (18 de julio de 1992), volvió a la luz hace pocos días cuando el Poder Ejecutivo autorizó solicitar al Gobierno de Chile las causales de la extradición del ex presidente Alberto Fujimori.
 
El Tercer Juzgado Penal Nacional elevó el requerimiento de la ampliación de la extradición de Fujimori al encontrar suficiente evidencia de la responsabilidad del ex jefe del Estado sobre el destacamento Colina, compuesto por oficiales y suboficiales del Servicio de Inteligencia del Ejército (SIE).
 
Imputación. Ex agente de Colina señaló que actuaban bajo órdenes de Nicolás Hermoza, quien dependía de Fujimori 

Entre los pocos ex agentes de Colina que han confesado que la organización criminal dependía directamente por cadena de mando del ex presidente Fujimori, de su ex asesor de inteligencia Vladimiro Montesinos, y del ex comandante general del Ejército general de división EP (r) Nicolás Hermoza Ríos se cuenta al técnico de segunda EP Jorge Ortiz Mantas.
 
De acuerdo con la resolución de la Sala Penal Nacional que solicitó investigar al destacamento Colina por el crimen de Pativilca, la confesión de Jorge Ortiz fue clave para descubrir a los autores del séxtuple homicidio.
 
ADMISIÓN DE CULPA
"En la sesión del 27 de febrero de 2007 del proceso seguido al destacamento Colina, el ex agente Jorge Ortiz Mantas reveló ante la Sala Anticorrupción que en 1992 (el equipo de agentes del SIE) realizó operaciones especiales, que incluían acciones de vigilancia, secuestro y aniquilamiento. El operativo al que se refería Ortiz, y que fuera corroborado por otros miembros del destacamento Colina, fue el secuestro y asesinato de seis pobladores de los anexos Pampa San José y Caraqueño, en Pativilca", señala el expediente judicial.
 
Jorge Ortiz Mantas sabía mucho del caso porque el jefe operativo de Colina, el mayor PNP (r) Santiago Martin Rivas, lo reclutó para formar parte del comando de aniquilamiento.
 
Otros ex integrantes del destacamento Colina, convertidos en colaboradores eficaces, ofrecieron a las autoridades datos sobre las circunstancias en que fueron plagiados y ejecutados tres campesinos, un chofer, un profesor y un estudiante en Pativilca.
 
Familia. Sonia Ortiz afirma que su hermano Toribio no contaba con antecedentes 

Según "la declaración de un colaborador eficaz (...), informa sobre las muertes de pobladores en Caraqueño y San José, ocasionadas por miembros del grupo Colina, indicando como partícipes de dicho destacamento al encausado Wilmer Yarlequé Ordinola (ex miembro del grupo Colina)".
 
Otro colaborador eficaz manifestó que "el día de los hechos participó como conductor de uno de los vehículos (usados en el operativo de Colina), enterándose que habían eliminado a los detenidos en Pativilca".
 
El 2 mayo de 1992, el destacamento Colina secuestró y ejecutó a nueve campesinos de El Santa. Se trataba de un "encargo" que le dio el general Nicolás Hermoza al jefe operativo, el mayor Santiago Martin Rivas. Un empresario chino que enfrentaba una disputa por unos terrenos acusó falsamente a las víctimas de senderistas y pidió a un familiar cercano al general Hermoza que se hiciera cargo de los pobladores. El caso Pativilca se asemeja mucho a lo sucedido en El Santa. Entre uno y otro hecho de sangre solo hay cuatro meses de diferencia.

Veintitrés años después de la masacre de Pativilca, los familiares John Calderón Ríos (18), Toribio Ortiz Aponte (25), Felandro Castillo Manrique (38), Pedro Agüero Rivera (35), Ernesto Arias Velásquez (17) y César Rodríguez Esquivel (29) no saben con certeza por qué los mataron entre las 2 y 4 de la mañana del 29 de enero de 1992.
 
Primero los torturaron con  quemaduras de soplete en diferentes partes del cuerpo –incluido el ano–, los patearon hasta el cansancio y al final los eliminaron con balazos en la cabeza. Los cuerpos fueron lanzados en un cañaveral, a cinco minutos del anexo caraqueño. Parecía una masacre más.
 
El pedido de ampliación de extradición para juzgar a Fujimori por la matanza tomó por sorpresa a los familiares de las víctimas.
 
SIN MOTIVO APARENTE 

"Mi hermano Felandro era el cuarto de 8 hermanos. Era un muchacho muy tranquilo, el más sano de todos. No estaba metido en actividades políticas, o con los del partido (senderista), para decir que lo mataron por eso. Si hubiera sido terrorista, él hubiera estado escondido. Pero estaba con nosotros, durmiendo. No sabemos por qué se lo llevaron.  Acá  mucha gente ha sido confundida. Nosotros sabíamos quiénes estaban metidos con el terrorismo, pero esa gente desapareció días antes",  dijo Domingo Castillo Manrique.
 
Los asesinos eran indudablemente militares. Todo indica que estuvieron dirigidos por el mayor EP (r) Santiago Martin Rivas, quien se creía un superagente antiterrorista y resultó un fracaso. Según sentencia judicial, las víctimas de Barrios Altos y La Cantuta no eran senderistas.
 
"Escuché llegar autos cerca a la casa, entonces subí al techo para ver lo que estaba pasando. Pude observar dos camionetas que se estacionaron frente a mi casa de donde descendieron cerca de 20 personas. Alumbraron la casa con un reflector y de inmediato ingresaron. Entre los sujetos estaba una mujer vestida con ropa de militar y el rostro cubierto con pintura. Tenía el pelo teñido y era de baja estatura. Cuando ingresaron en la casa apuntaron con sus armas a mi madre (Anuncia Rivera Santos), la golpearon en la cabeza con un arma larga, también a mi padre (Román Agüero Aldave). Mi hermano Pedro salió en defensa de mis padres, pero lo amenazaron con matarlo. Lo ataron de pies y manos, lo envolvieron en una frazada y se lo llevaron con rumbo desconocido", relató José Agüero Rivera.
 
"Nos encerraron con candado para que no saliéramos. Por miedo esperamos hasta al amanecer. Al salir coincidimos con otras personas que también buscaban a sus familiares. Como a las seis de la mañana, un amigo que bajaba con su camión nos dijo que había visto varios cuerpos en un cañaveral muy cerca. Cuando llegué lo que vi era espantoso. Mi hermano tenía disparos en la cabeza. Todos los cuerpos presentaban quemaduras y quemaduras con soplete en las partes íntimas", añadió José Agüero.
 
"Mi hermano Toribio Ortiz Aponte era estudiante. Creemos que lo han matado por equivocación. Se enfrentó a las personas que vinieron a buscarlo, les dijo que cometían un error, pero igual se lo llevaron. La verdad no sabemos hasta ahora qué pasó. El día que lo secuestraron iba a ir a Barranca a recoger su certificado de mecánico. Mis padres fallecieron sin que se hiciera justicia", expresó Sonia Ortiz.
 
Si Chile aprueba la ampliación de la extradición a Alberto Fujimori, el ex presidente retornará a los tribunales por un cruel homicidio impune.
Exagente de Colina: "En el Ejército nada se hace sin orden superior"
El 8 de febrero del 2008 el ex agente Jorge Ortiz Mantas formuló un testimonio que incriminó al ex comandante general del Ejército Nicolás Hermoza Ríos, quien dependía directamente del ex jefe del Estado Alberto Fujimori.
 
"¿Cuál era la cadena de mando de Colina?", le preguntaron. "(El mayor Santiago) Martin Rivas, (el coronel) Fernando Rodríguez Zabalbescoa, (el general Federico Navarro Pérez, el director de la Dinte, el jefe de Estado Mayor y el comandante general del Ejército (Nicolás Hermoza). Nos dieron un almuerzo, lo que demuestra que el general Hermoza sabía", dijo Ortiz.
 
"¿Es posible que actuaran sin conocimiento de los superiores?", insistieron en interrogar las autoridades.
 
"En el Ejército no es posible. Nada se hace sin una orden superior", respondió.
 
Claves
Disposición. El 19 de octubre en curso, el presidente Ollanta Humala firmó la Resolución Suprema que dispone iniciar el proceso por vía diplomática ante la República de Chile para que amplíe las causales de extradición de Alberto Fujimori.
 
Pago a prensa. Con la misma Resolución Suprema se dispone requerir una ampliación de la extradición ante Chile para juzgar a Alberto Fujimori por pagos ilegales con fondos públicos a la revista "Gente", durante las campañas reeleccionistas.

 Lupe Muñoz – La República



INFORME



Natural. Una mujer brasileña del grupo étnico Karajá muestra su colorida vestimenta 
El desfile de la belleza natural en 
los Juegos Mundiales Indígenas

Cultura viva. Dos mil atletas de 22 países se reúnen por primera vez en Brasil para participar en diversas disciplinas deportivas. Allí, las mujeres indígenas exhibieron su belleza.

Fiesta. Las más de 60 mujeres que participaron en el desfile demostraron la belleza de sus etnias y de sus indumentarias 

No hubo finalistas, reinas de certamen, ni coronas. La belleza natural desfiló sin que exista un concurso de solitarias ganadoras. Era una pasarela de trajes típicos y pintura en la piel, de mujeres delgadas, corpulentas, de figuras envueltas en pañuelos, con faldas hasta los tobillos o solo una tanga,  que se levantó en la ciudad de Palmas, una población agrícola en el corazón de Brasil. Este evento se convirtió en un hito y una celebración a la cultura en la primera edición de los Juegos Mundiales Indígenas.

Más de 60 mujeres participaron en el "Desfile de la Belleza Indígena" demostrando las diferencias y riquezas étnicas, en el marco de estos Juegos Mundiales Indígenas que desde el viernes pasado reúnen a casi dos mil atletas y 22 países, de los cinco continentes, en varias competencias deportivas. El Perú es uno de los asistentes.

Competencia. Los dos mil atletas de pueblos originarios se enfrentaron en deportes autóctonos 

Los participantes se enfrentan en deportes autóctonos como el arco y flecha, lanzamiento de lanza o navegación. En este acto, incluso, se realiza la lucha cuerpo a cuerpo y la carrera de troncos. En esta última, denominada la Corrida de Tora, los deportistas deben avanzar cargando un tronco en la espalda, el cual tendrán que ceder a sus compañeros para completar el relevo.

Riqueza. En el estadio Nilton Santos exhibieron la originalidad de sus costumbres 

En el desfile de belleza, la diversidad de las tribus tuvo su reflejo en el vestuario de las modelos indígenas, escogidas por sus pueblos para el evento celebrado en el estadio Nilton Santos. Así, la invernal indumentaria canadiense contrastaba con el atuendo de tribus brasileñas, y los coloridos trajes de las mujeres maoríes de Nueva Zelanda se mezclaban con las Karajá de Brasil.

"Las agencias de modelaje carecen totalmente de interés en contratar a una mujer indígena (...). Necesitamos mostrarles que nosotras también somos bellas", sentenció la organizadora Tainara da Silva.


INFORME


Las mil maneras en que viajeros esconden drogas

Ingenio delictivo. Asediados por agentes de seguridad en aeropuertos de EE.UU., los narcotraficantes recurren a métodos cada vez más sorprendentes para tratar de introducir droga en ese país. Desde el Perú, intentaron con el turrón de Doña Pepa.


Newmark. Ciudadano norteamericano procedente de Perú trató de introducir droga en alimentos varios, y en un turrón 

Las barritas de chocolate prolijamente envueltas, que llevaba alguien que viajaba de California a Japón, parecían lo más normal del mundo, pero algo llamó la atención al agente aduanero. Cuando las abrieron, encontraron casi dos kilos (más de cuatro libras) de metanfetaminas cubiertas de "una sustancia que parecía chocolate".

El episodio ocurrido en el aeropuerto internacional de Los Ángeles, en julio del 2012, fue uno de las decenas de miles de incidentes similares que detectan anualmente los agentes aduaneros de Estados Unidos.

"Los contrabandistas, las mulas o quien sea usan diversos métodos. Dependiendo de la experiencia que tengan, (los agentes aduaneros) han visto todos los métodos habidos y por haber", dijo Anthony Bucchi, de la oficina neoyorquina del Servicio de Aduanas y Protección de Fronteras.


El servicio de aduanas dice que hizo 153.000 confiscaciones de drogas a gente que intentaba entrar o salir del país entre 2011 y 2011 solamente en los cinco principales puertos de entrada. Casi la mitad, 72.000 casos, ocurrieron en los tres aeropuertos de Nueva York –Kennedy, LaGuardia y Newark–, y una cuarta parte, 36.000, en el de Chicago.


Houston. No era azúcar en polvo en obleas, era cocaína 

Turrón con cocaína
Un estadounidense que vino desde Perú al aeropuerto Newark traía varios productos alimenticios en los que había ocultado 4,5 kilos (10 libras) de cocaína. Las autoridades dijeron que encontraron la droga en un turrón de Doña Pepa y en varios otros productos y bebidas comprados en Lima.


Chocoanfetaminas
Las autoridades dicen que un californiano intentó contrabandear casi dos kilos (más de cuatro libras) de metanfetaminas escondidas en 45 paquetitos con barras de chocolate en julio del 2012 en el aeropuerto de Los Ángeles. Los agentes aduaneros sospecharon algo al ver los paquetes en el equipaje que el individuo había despachado, los abrieron y encontraron la sustancia blanca cubierta por "algo que parecía chocolate". Dijeron que la droga habría generado unos 250.000 dólares en Japón, hacia donde viajaba el hombre.


Cocaína en obleas
Un guatemalteco llegó al aeropuerto George Bush de Houston en abril procedente de la ciudad de Guatemala llevando consigo algunos paquetitos de obleas. Cuando los agentes aduaneros los abrieron, se encontraron con que estaban rellenas de cocaína. También llevaba paquetitos de papitas fritas con pequeñas bolsitas de cocaína. En total hallaron cerca de dos kilos, con un valor de 60.000 dólares en la calle.


Los Ángeles. Olla arrocera tenía opio envuelto en plástico 

Olla arroecera con opio
En una ocasión los agentes aduaneros encontraron cerca de un kilo y medio (tres libras) de cocaína en una olla arrocera. La droga había sido bañada en canela y envuelta en plástico. Era transportada por un individuo que llegó al aeropuerto de Los Ángeles procedente de Irán en junio del 2012. También encontraron un frasco de vidrio con una sustancia oscura que resultó ser opio. Las autoridades indicaron que el opio habría generado 110.000 dólares en la calle.


Flan con cocaína
Una mujer que llegó al aeropuerto Kennedy de Nueva York, en noviembre del 2014, procedente de Guyana, llevaba consigo seis bolsitas de polvo para flanes llenas de cocaína. Los agentes aduaneros dijeron que hallaron unos seis kilos (13 libras) de cocaína en su equipaje, con un valor callejero de 230.000 dólares.


Cocaína líquida en ron
Un hombre que venía de Guyana al Kennedy en diciembre del 2014 llevaba cuatro botellas de ron que según los agentes aduaneros tenían ocho kilos (18 libras) de cocaína líquida, con un valor callejero de 310.000 dólares.


Pasta en chocolate
Una mujer que viajaba con su hija desde España llevaba bolsitas plásticas con chocolate líquido y condimentos para ensaladas que despertaron las sospechas de los agentes aduaneros en el aeropuerto de Los Ángeles en febrero del 2012. Las abrieron y hallaron una bolsa de plástico con cerca de cinco kilos (más de 10 libras) de pasta de cocaína.


Cocaína en carne
Un hombre que llegó al Kennedy procedente de Trinidad y Tobago llevaba tres paquetes de carne congelada en su equipaje. Las autoridades dijeron que la inspeccionaron y encontraron más de tres kilos (siete libras) de cocaína en polvo adentro.


The Associated Press


POLITICA


Velásquez retira su proyecto de 
ley que sancionaba difusión de audios

Marcha atrás. Javier Velásquez desistió de su propuestaEfecto. Congresista aprista dice que espera que su iniciativa sea debatida en una época no electoral, sin suspicacias.






 El  proyecto de ley que presentó para que se tipifique como delito y se sancione con hasta seis años de cárcel la difusión de audios grabados sin consentimiento del autor fue retirado por el congresista Javier Velásquez Quesquén.

El representante aprista tomó la decisión luego de que el secretario general de su partido, Omar Quesada, cuestionara su insistencia en sustentar el controvertido proyecto de ley e indicara que podría afectar la candidatura presidencial de Alan García.  Ya antes, desde otras bancadas criticaron su iniciativa por afectar el derecho a la libre expresión.

En nota de prensa, Velásquez reiteró que su "propuesta legal no tiene intención de limitar la libertad de prensa y expresión,  sino la de asegurar el derecho a la intimidad de las personas, extendiendo la protección que actualmente, y desde hace muchos años, brinda el Art. 164° del Código Penal para el caso de cartas y telegramas, a las comunicaciones por medios audiovisuales".

Indicó que es falso que su iniciativa busque ocultar audios o videos que comprometen a dirigentes de su partido  en actos irregulares, por lo que para desvirtuar esas aseveraciones, retiró su proyecto de ley, pero espera que pueda ser discutida en una época no electoral, lejos de suspicacias.