sábado, 31 de octubre de 2015

INFORME



Natural. Una mujer brasileña del grupo étnico Karajá muestra su colorida vestimenta 
El desfile de la belleza natural en 
los Juegos Mundiales Indígenas

Cultura viva. Dos mil atletas de 22 países se reúnen por primera vez en Brasil para participar en diversas disciplinas deportivas. Allí, las mujeres indígenas exhibieron su belleza.

Fiesta. Las más de 60 mujeres que participaron en el desfile demostraron la belleza de sus etnias y de sus indumentarias 

No hubo finalistas, reinas de certamen, ni coronas. La belleza natural desfiló sin que exista un concurso de solitarias ganadoras. Era una pasarela de trajes típicos y pintura en la piel, de mujeres delgadas, corpulentas, de figuras envueltas en pañuelos, con faldas hasta los tobillos o solo una tanga,  que se levantó en la ciudad de Palmas, una población agrícola en el corazón de Brasil. Este evento se convirtió en un hito y una celebración a la cultura en la primera edición de los Juegos Mundiales Indígenas.

Más de 60 mujeres participaron en el "Desfile de la Belleza Indígena" demostrando las diferencias y riquezas étnicas, en el marco de estos Juegos Mundiales Indígenas que desde el viernes pasado reúnen a casi dos mil atletas y 22 países, de los cinco continentes, en varias competencias deportivas. El Perú es uno de los asistentes.

Competencia. Los dos mil atletas de pueblos originarios se enfrentaron en deportes autóctonos 

Los participantes se enfrentan en deportes autóctonos como el arco y flecha, lanzamiento de lanza o navegación. En este acto, incluso, se realiza la lucha cuerpo a cuerpo y la carrera de troncos. En esta última, denominada la Corrida de Tora, los deportistas deben avanzar cargando un tronco en la espalda, el cual tendrán que ceder a sus compañeros para completar el relevo.

Riqueza. En el estadio Nilton Santos exhibieron la originalidad de sus costumbres 

En el desfile de belleza, la diversidad de las tribus tuvo su reflejo en el vestuario de las modelos indígenas, escogidas por sus pueblos para el evento celebrado en el estadio Nilton Santos. Así, la invernal indumentaria canadiense contrastaba con el atuendo de tribus brasileñas, y los coloridos trajes de las mujeres maoríes de Nueva Zelanda se mezclaban con las Karajá de Brasil.

"Las agencias de modelaje carecen totalmente de interés en contratar a una mujer indígena (...). Necesitamos mostrarles que nosotras también somos bellas", sentenció la organizadora Tainara da Silva.


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