Una laptop
entregada por un ladrón destapó
los abusos sexuales contra decenas de niños
Colegio de
chincha. Habitantes del poblado de San Matías, en El Carmen, están aterrados.
Javier Guerra Salguero, un sujeto que llegó como guardián, y que después pasó a
ser auxiliar de educación y hasta maestro sustituto, se grabó y fotografió
sometiendo sexualmente a escolares. Sujeto confesó que cometía dichos actos
desde el 2000.

Su figura
encorvada y su mirada perdida no demuestran su doble personalidad. Nadie en el
pueblo de San Matías sabe por qué, pero desde que conocieron a Héctor Javier
Guerra Salguero sintieron la necesidad de ayudarlo. Hoy se arrepienten
profundamente.
Lo
recibieron como guardián del único colegio del pueblo, después lo promovieron a
auxiliar de educación y luego a maestro sustituto de matemáticas. Le confiaron
a sus hijos. Hoy no quieren ni escuchar su nombre. Lo odian y desean que muera
en la cárcel, encerrado como una bestia.
PIEZA CLAVE
Esta
historia que ha conmocionado al pequeño pueblo de San Matías, en Chincha, se
inicia con el hallazgo de un extraño paquete en una calle de El Carmen: un
sobre de papel en forma de encomienda. Estaba dirigido a la policía.
El
remitente: un anónimo, un ladronzuelo que sin imaginar que abriría la puerta
del infierno robó una tarde una laptop al auxiliar del pequeño colegio de San
Matías.
Imposible
saber si fue el rezago de un sentimiento
de solidaridad o de indignación lo que llevó a este desconocido ladrón a
realizar dicho gesto. Lo concretó es que decidió entregar la computadora a la
policía y con ello poner al descubierto a un monstruo, a un pervertido, a un abusador
de niños.
Cuando los
policías revisaron el sobre y encontraron la laptop negra, pensaron que les
estaban jugando una broma. ¿Un regalo?, imposible, debía ser un despistado
ciudadano que se equivocó de destinatario.
Debían
averiguar y encendieron la computadora. Lo que encontraron no puede ser
descrito con simples palabras. Decenas de fotografías y videos, audios de
abusos, sometimientos y ultrajes sexuales.
No lo podían
creer. Ahí, en el pueblo de San Matías, donde todos se conocen y estiman, donde
la amistad y solidaridad caracteriza a la gente, había un monstruo viviendo
tras una falsa imagen.
Tenían que
actuar y lo hicieron de inmediato. Lo primero fue llamar al fiscal Rubén
Alvarado Telles, con quien revisaron el contenido de la laptop.
Una primera
conclusión los llevó a la siguiente afirmación: son al menos 15 las víctimas,
todas menores de edad.
Faltaba
saber quién era el sujeto que aparecía en las imágenes al lado de los menores.
No tardaron
en descubrir al hombre de figura encorvada y mirada perdida. Sí, era él, Héctor
Javier Guerra Salguero, de 40 años, el auxiliar de la institución educativa N°
22865 San Matías, en el centro poblado del mismo nombre.
LO CREÍAN INOCENTE
Las más de
60 familias que habitan en San Matías ignoraban hasta ese momento lo que venía
ocurriendo no desde hace unos meses o semanas, sino desde hace más de una
década. Quizá el temor o la vergüenza evitó que los niños del pueblo, ahora
adolescentes, revelen el terror al que fueron sometidos.
Por ello,
cuando agentes policiales llegaron al colegio para detenerlo, muchos padres de
familia creyeron que se trataba de una injusticia. "¿Qué está pasando? Si
él no mata ni una mosca", lo
defendían convencidos de su inocencia. Pero esa imagen que tenían de él se
quebró al descubrir el motivo de su arresto.
El teniente
coronel PNP Mario Leo Mendoza, jefe del grupo de inteligencia que durante 72
horas analizó las carpetas halladas en la laptop, reveló que en muchos de los
videos se observa al agresor sexual entregándole dinero, bebidas alcohólicas e
incluso celulares a sus víctimas, a modo de chantaje para que no lo denuncien.
"Al
momento en que lo detuvimos, también encontramos en sus bolsillos droga (80
sobres con pasta básica de cocaína y 5 bolsitas de marihuana), la cual habría
usado para someter a los menores. Esto se determinará en los días que dure la
investigación", indicó el coronel Julio Castañeda Castillo, jefe
territorial de Chincha.
TERRIBLE CONFESIÓN
Con todas
las evidencias en su contra, a Héctor Guerra Salguero no le quedó más que
confesar. Sin embargo, ni los agentes que lo intervinieron, ni el fiscal que lo
interrogaba, estaban preparados para escuchar lo que revelaría avergonzado,
lloroso, tratando de provocar lástima, como hizo en el pasado con los
pobladores que ahora lo repudian.
“Sí, acepto
que he utilizado a niños de 8 a 11 años de edad, para abusar de ellos. Les daba
dinero que necesitaban para alimentarse, o les compraba recargas para sus celulares.
También les obsequiaba cosas. Vengo actuando así desde el año 2000",
declaró en presencia del fiscal penal de la provincia, Rubén Alvarado Telles.
"Todo
lo que hice lo grabé en mi computadora. Guardé videos y un álbum fotográfico
para tenerlo de recuerdo. En la actualidad tengo a un menor de 13 años, al que
convencí para que me satisfaga sexualmente a cambio de 100 soles”, agregó en su
manifestación ante la sorpresa y la indignación de sus interrogadores.
AYUDA PSICOLÓGICA
Tras la
confesión, el comandante Mario Leo Mendoza y el fiscal Rubén Alvarado, se
reunieron de emergencia con el director del centro educativo, Alfredo Luis
Salazar Gómez, para explicarle la situación. Luego convocaron a los padres de
familia ese día, jueves, a las 5.30 de la tarde, en una de las aulas del
colegio.
"Es una
situación delicada. Muchos de los menores han quedado marcados por este hecho.
Son más de quince años de abusos que este sujeto venía cometiendo y que podría
tener repercusión en el futuro, pues se sabe que un menor abusado no se
recupera fácilmente del trauma", explicó uno de los docentes que no podía
creer lo que acababa de descubrirse.
La doctora
María del Carmen Santiago, del Programa Nacional Contra la Violencia Familiar y
Sexual del Ministerio de la Mujer (MIMP), también participó en la reunión y se
comprometió a brindar orientación y ayuda psicológica, tanto a los menores
afectados como a los padres de familia y al resto de alumnos. Seguiremos con
este caso.
Alexi
Velásquez – La República
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