lunes, 26 de octubre de 2015

POLITICA



“La destitución para mí fue una condecoración 
y es lo que digo también de la doctora Príncipe”

Luis Vargas Valdivia. Abogado. Miembro del equipo inicial de la Procuraduría Anticorrupción que se formó en noviembre del 2000 con José Ugaz a la cabeza. Procurador Anticorrupción entre el 2002 y el 2004. Profesor de Derecho Procesal en la UPC.

Homenaje. Luis Vargas Valdivia lamenta que a la ahora fallecida fiscal  Ana Cecilia Magallanes no se le haya reconocido en nuestro país la participación que tuvo en el proceso contra la red de Fujimori y Montesinos.  

Luis Vargas Valdivia fue parte de la Procuraduría Anticorrupción primigenia, la que se formó con José Ugaz a la cabeza cuando aún era presidente Alberto Fujimori. "Fueron momentos difíciles, nosotros estábamos en constante seguimiento, amedrentamiento, estaba todavía el grupo Colina suelto, estaban todavía los del Servicio de Inteligencia", recuerda el abogado. Aunque al final, fue el ex presidente Toledo quien lo retiró del cargo el 2004, en una situación similar a la que en estos días vive Julia Príncipe.

Dejó la Procuraduría Anticorrupción a fines del 2004, me ha contado que tenía más de 40 denuncias entre el Congreso y la Fiscalía. ¿Qué pasó desde entonces?
Yo tuve una propuesta de Roberto Dañino para ir a trabajar en alguno de esos organismos internacionales fuera del Perú, pero finalmente decidí quedarme. Yo lo conversé con mi esposa y lo que ella me dijo fue: "Si te vas, la gente va a pensar que estás huyendo. Tienes que quedarte y enfrentar lo que se viene”. Y se vinieron como 40 denuncias entre el Congreso, la Fiscalía... los enfrenté todos sin presentar ni un hábeas corpus y demoré cinco años en que se archivaran, pero ese es uno de los mejores consejos que me dio mi esposa: quédate a pelear.

¿Por qué es necesario recalcar el no haber presentado ni un hábeas corpus? ¿No es válido?
Sí es válido presentar hábeas corpus, yo he estado tentado muchas veces de presentar hábeas corpus o amparos, pero cuando tú estás en un cargo público en el que tienes que asumir grandes responsabilidades, no puedes utilizar los mismos medios de defensa que los demás ciudadanos, porque tú tienes una obligación adicional, te has comprometido a rendir cuenta de todos tus actos...

Y por lo tanto tienes que ser absolutamente transparente y someterte a cualquier tipo de investigación...

Tienes que ser absolutamente transparente. Mira, cuando yo asumí el cargo, el 2002, dejé establecido cuál era mi patrimonio y si tú comparas mi patrimonio al ingreso con mi patrimonio al final, vas a ver que ha habido un decrecimiento. Y a mí en todos estos años me han levantado el secreto bancario como no tienes idea. Pero uno no llega a un cargo público a hacer dinero, uno llega a cumplir una función, y eso te obliga a ser transparente. Nosotros trabajábamos con la política de puertas abiertas, por eso es que ahora me jalo los pelos cuando tienes a este ahora exministro  que dice “no, no, no, todo tiene que pasar por el Ministerio de Justicia”. ¿Por qué? Uno tiene que incorporar a la sociedad en los procedimientos de lucha contra la corrupción. Si no incorporas a la sociedad, perdiste.

Usted estuvo en la Procuraduría hasta que se metió con los círculos más cercanos al poder. 
Sí, pues, yo fui cesado por el presidente Toledo. El 2003 denuncié al que era en ese entonces jefe del Servicio de Inteligencia, César Almeyda, y después vinieron las denuncias por el tema de la falsificación de firmas en el proceso de inscripción de Perú Posible. Ahí se denunció al secretario general del Partido, Jesús Alvarado, a los personeros, a todo el mundo. Después denunciamos a Margarita Toledo, que incluso estuvo con arresto domiciliario. El Presidente a veces me llamaba y me decía “oiga, mi hermana”. Yo le decía “ese es un asunto que no tengo que hablarlo con usted”.

¿Presionó también Toledo a la Procuraduría, entonces?
Que uno recibe presiones, sí, pero todo depende de la capacidad que tengas tú de poner un alto. Yo he tenido presiones y enfrentamientos en temas mucho más graves y delicados que ese, como el tema Chavín de Huántar. Acuérdate cuando se negaron a presentar a los comandos, yo pedí a la Fiscalía que dictara una medida cautelar que asegurara la presencia de los comandos ahí y me dijeron desde traidor hasta todo lo demás. Ahí sí fue toda una serie de presiones, pero uno tiene que tener la fortaleza mental y espiritual para salir y enfrentarlas. Eso no significa tampoco que seas un valiente o un héroe, eso significa que estás cumpliendo tu deber y te estás haciendo respetar.
Pero como estaba en manos del presidente Toledo mantenerlo o no en el cargo, finalmente salió.

Sí pues, ya en los últimos días de noviembre (2004) llegó el tema de la denuncia contra la señora Eliane, porque en el curso de las investigaciones se había establecido que parte de los dineros que ella recibió por una asesoría, habían terminado en una cuenta que era manejada por una off shore y que en algún momento estuvo vinculada a Montesinos. Se le pidieron explicaciones, no quiso declarar, y entonces  no me quedó más remedio que meter una solicitud a la Fiscalía para que iniciara una investigación formal en su contra y fuera citada. Recuerdo que ese día reuní a todos los chicos de la Procuraduría y les dije: "Si presento esta solicitud de esta denuncia, tengan la certeza de que el Presidente me va a destituir. Pero que les quede claro que uno no debe abjurar de sus principios". Y la firmé delante de todos. Presenté la denuncia y dicho y hecho, cuando se hizo pública, el Presidente me llamó y me dijo que había perdido la confianza y que presente la renuncia. Yo le dije: "Si usted ha perdido la confianza, céseme, bóteme". Mi cese salió en la tercera semana de diciembre.

Queda claro que el peor "pecado" de un procurador es meterse con el poder de turno.

Exacto. Algo que yo siempre digo es que esa destitución para mí fue una condecoración, y es lo que digo también respecto de la doctora Príncipe. Al ser cesada, Julia Príncipe ha sido condecorada.

El caso de Julia Príncipe es igual al suyo...
Exacto, sí pues, presiones de Palacio de Gobierno respecto de... yo ya no sé si son intereses personales o qué. Porque, claro, uno puede decir “el presidente Humala está cumpliendo con defender a su esposa”, como también lo hacía supuestamente el presidente Toledo. Pero no se trata de que estén defendiendo a sus esposas, sino, creo yo, que están defendiendo algo más, porque los supuestos ingresos de la esposa, ¿el esposo no los sabe? En segundo lugar, el Presidente no es solo esposo, es Presidente, y tiene que aprender a cumplir con sus obligaciones.

Si no tienes nada que ocultar, ¿por qué tomar ese tipo de decisiones...?
Exacto. De nuestros cuatro últimos expresidentes, excepto el doctor Valentín Paniagua, los otros tres han recurrido todos  al hábeas corpus: Fujimori, Toledo, Alan García. También pasó con Ollanta... o bueno, su esposa. Eso no me parece adecuado. En Europa y en especial en España, ya hay una corriente que tiene mucha fuerza en el sentido de que los funcionarios de alto nivel del Estado no tengan los mismos derechos que los demás ciudadanos, porque tienen un compromiso mayor: rendir cuentas. Esa es una obligación que asumen voluntariamente.
¿Alguien lo impulsó al Presidente a acceder al cargo? No, ¿no es cierto? Entonces, están obligados a rendir cuentas de sus cargos.

Además, el intento de evitar investigaciones genera sospecha.
Claro, genera sospecha y genera ya todo un juicio negativo. Además, como tú has dicho, si no has hecho nada malo, de qué te preocupas. Entonces, es lo que yo no entiendo, uno tiene que ser siempre transparente, uno tiene que andar con la verdad. Si te pescan mintiendo una vez, ¿te van a volver a creer? Mira al presidente Toledo.

Y hay este error de creer que los procuradores deben defender al Gobierno, cuando en realidad deben defender al Estado.
Sí, no han aprendido la lección del grave error que cometió el presidente Toledo. Claro, el presidente García decidió acabar con la Procuraduría Anticorrupción, el presidente Humala llegó con el discurso de “vamos a repotenciarla”, pero cuando vio que comenzó a funcionar... porque ellos tienen ese concepto de “para mis enemigos la ley, para mis amigos todo”. Claro, la lucha contra la corrupción es contra mis enemigos, no contra mí, conmigo no te metas, yo te he contratado para que los investigues a ellos, a mí no. ¿Por qué? La independencia de un procurador se hace más evidente cuando comienza a propiciar investigaciones contra el gobierno, porque demuestra que su compromiso es con el país, no con el gobernante. No me importa quién me nombró, el cargo me obliga a luchar por el país y es lo que esta gente no entiende.

¿Cuál es su hipótesis sobre la situación de la Procuraduría en el gobierno de García? ¿Por qué se debilitó tanto?
Yo creo que el presidente García nunca tuvo una política clara de lucha contra la corrupción, es un tema que, en realidad, en su segundo gobierno no le importó. Así como en el primer gobierno el descalabro fue económico, en el segundo gobierno el descalabro fue el tema de corrupción. García tuvo, además, una serie de frases que un Presidente no debería decir nunca. Te acuerdas cuando hubo un general de la Policía a quien se le denunció por apoderarse de 80 mil soles y el Presidente salió a decir “no pues, por 80 mil soles nadie se ensucia las manos”. Entonces, ¿por cuánto uno sí se ensucia las manos? Uno no se ensucia las manos ni por uno, ni por cinco, ni por 80 ni por un millón. Esas son frases absolutamente desgraciadas, en el sentido correcto de la palabra, pero que te dicen que ahí no hay un compromiso serio en la lucha contra la corrupción.
El presidente Humala entró al gobierno diciendo que la iba a fortalecer, pero no es lo que terminó ocurriendo.
En este gobierno se ha dado una serie de medidas en favor de la lucha contra la corrupción, medidas, pero dime qué políticas planteadas por la INA (Iniciativa Nacional Anticorrupción) el 2001 han sido materializadas por este gobierno? ¡No hay pues! El presidente Humala no ha sabido liderar la lucha contra la corrupción, no ha habido ningún compromiso serio porque no se establecieron políticas a mediano y largo plazo.

Y la salida de Príncipe golpea aún más ese sistema ya debilitado.
Sí, es un golpe no solo al sistema anticorrupción, es un golpe a la credibilidad de la sociedad sobre las instituciones. O sea, es un golpe que afecta la institucionalidad del país y creo que el presidente Humala no ha sido lo suficientemente responsable para meditar esto. El peor daño que hace con la salida de la doctora Príncipe es afectar la credibilidad de las instituciones, con lo que está afectando la institucionalidad. Creo que él llegó al cargo sin saber qué hacer como Presidente, por eso le escuchamos declaraciones absurdas. Recuerdo la semana pasada que decía que el gobierno es objeto de una campaña de demolición por las denuncias contra Nadine, ¡Pero si Nadine no es gobierno! Ahora salen a decir que el Tribunal Constitucional (TC) ha fallado por presión política. Un momentito, y cuando el Presidente le dijo “burro” al Fiscal que inició la investigación a su esposa. ¿Cuándo tú has visto que un Presidente salga e insulte a un fiscal? En ese momento, el Presidente ya perdió la brújula.

La Primera Dama dice que el TC ha vulnerado sus derechos, que cómo es posible que ese organismo se pronuncie en horas sobre una causa que tiene 20 mil folios...
Esos son argumentos que ella ha comprado de alguno de sus abogados y que no tienen mayor sentido ni sustento. ¿Qué le hubiera aconsejado yo como abogado?, ¿enfrentar las investigaciones o entorpecerlas? Enfrentarlas. Pero se dedicó a entorpecerlas, interpuso hábeas corpus, amparos... Se queja de celeridad. Mira, yo que he sido juez hubiera resuelto más rápido, porque no tengo que leerme los 20 mil folios, tengo que leer la última resolución. Y se queja de presión política... y toda la presión política que ejerció el gobierno en pleno contra el Tribunal, contra los magistrados, contra los fiscales, cómo queda. No pues. Lo que ella busca es victimizarse y creo que ya es muy tarde para eso, porque la opinión pública tiene ya una idea respecto de su conducta y su actuación.

Ana Núñez – La República




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