miércoles, 14 de octubre de 2015

POLITICA



VERÓNIKA MENDOZA:

“En el Frente Amplio no vamos a renunciar a nuestros compromisos programáticos”



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Refirió que el FA está abierto a las fuerzas políticas comprometidas con la lucha contra la corrupción, la defensa de los derechos humanos y los derechos indígenas. Dijo que aún no han fijado el mecanismo para determinar la plancha presidencial. Sobre  Conga y Tía María, indicó que deberán ser tratados de nuevo.



¿En qué nivel se encuentran las tratativas para unir a las izquierdas en el Frente Amplio?

En el último congreso nacional del Frente Amplio se dijo que después de esta elección interna se iban a hacer esfuerzos en abrir el Frente para convocar a más fuerzas políticas, organizaciones sociales, indígenas, de mujeres, colectivos juveniles, sobre la base de acuerdos programáticos y procedimientos democráticos. En términos formales aún no lo hemos hecho, no hemos hablado de nombres ni organizaciones. Además, tenemos que esperar que ellos definan sus candidaturas para entablar una conversación seria.



¿Hay posibilidad de que otros partidos que no sean de izquierda también se incorporen?

Hemos planteado que los acuerdos programáticos tendrían que darse sobre la base de un compromiso de cambiar el modelo. Es decir, modernizar el Estado para garantizar políticas públicas, para que los recursos naturales estén al servicio del desarrollo del país antes que el interés de las transnacionales. También sobre la base de compromiso contra la corrupción, la defensa de los derechos humanos, el reconocimiento de los derechos de los pueblos indígenas. Esta es la base mínima para formar posibles alianzas. 



¿Ya se vocean nombres en el Movimiento Sembrar para la lista de congresistas?

Por supuesto que emergen diversos liderazgos tanto en Tierra y Libertad como en el Movimiento Sembrar. Estoy segura de que varios de ellos están dispuestos a asumir la responsabilidad de una candidatura congresal, pero no hay definiciones sobre el particular.



¿Cómo se determinará su plancha presidencial? ¿Quiénes irían?

No hemos definido el mecanismo exacto. Sí hay un criterio general que es el que he expresado: acuerdos programáticos y procedimientos democráticos. Habrá que esperar que las otras fuerzas políticas elijan a sus candidatos para después entablar el diálogo y ver cómo elegir la plancha presidencial y a los candidatos al Congreso.



¿Marco Arana podría integrarla?

Es una posibilidad como muchas otras. Él no ha manifestado aún cuál es el rol que quiere jugar en esta etapa. Seguramente será una muy importante, en tanto es líder de Tierra y Libertad. Quiero reconocer el desprendimiento de TyL, de su comisión política y del propio Marco Arana de poner a disposición del Frente Amplio su inscripción. Es un gesto que dignifica la política ante especulaciones de que no iba a permitir una articulación mayor.



¿El ingreso de nuevos grupos al FA podría modificar la actual plataforma programática?

Como FA no vamos a renunciar a ninguno de nuestros compromisos programáticos.  Entendemos que otras fuerzas políticas tienen sus propios matices, de ahí que hemos establecido mínimos programáticos con los que podríamos hacer alianzas. Por ejemplo, el cambio de modelo en el sentido de modernizar el Estado y permitir que planifique el desarrollo en diálogo con la sociedad civil.



Se ha empezado a cuestionar su pasaporte francés y también su falta de experiencia laboral...

En cuanto a la experiencia, efectivamente, hay otros con más experiencia que yo, pero robando, indultando a narcotraficantes, vulnerando derechos humanos, institucionalizando la corrupción. Esa experiencia no la tengo. Llevo diez años en política, presido la Comisión de Descentralización del Congreso, conozco al  Estado, sé dónde hay que hacer reformas urgentes. Y sobre  mi pasaporte, lo heredé de mi madre que es francesa, yo no lo pedí, no juré por otro país, yo le debo lealtad al Perú. Del señor Pedro Pablo Kuczynski no me preocupa su pasaporte norteamericano sino sus negocios. Cuando fue funcionario público no privilegió los intereses nacionales sino los de sus clientes como Consorcio Camisea, Hunt Oil y otros que los cusqueños conocemos bien.



¿Qué es lo que deben esperar de usted las comunidades adyacentes a los proyectos Conga, Las Bambas y Tía María?

Estos temas habría que tratarlos de nuevo con participación de la gente, con planificación territorial y con una institucionalidad clara que dé garantías a los inversionistas y a la ciudadanía. En Las Bambas la gente es calificada de manera errada como antiminera cuando es al contrario. Lo que ellos no aceptan es que se modifique el esquema del proyecto minero sin consulta ni diálogo. Hay casos más complejos que sí se debe empezar de cero, como es Tía María, donde hay muertos y heridos de por medio y una desconfianza enorme en un Estado débil y en una empresa con pésimos antecedentes. Hay que iniciar con ellos qué actividad productiva se quiere promover incluyendo la actividad minera, pero reglas claras.



¿Un eventual gobierno suyo continuará con los programas sociales?

Sí, porque tienen un rol importante para combatir la extrema pobreza. Hay unos que deben constituirse en políticas universales como Pensión 65. Hay otros en los que hay que superar el sentido asistencialista y permita que la gente se inserte en el mercado mediante capacitación y no dependan del Estado sino de su trabajo.



¿Considera la revisión del Acuerdo Transpacífico (TPP)?

Todo acuerdo puede ser renegociado. En el caso del TPP lo primero que se tiene que hacer es dar a conocer al Congreso, a la opinión pública, el contenido del acuerdo para ver si nos conviene o no. Lo que se sabe es que en el tema de las patentes hay un serio riesgo identificado por el propio Estado respecto al costo de los medicamentos.



¿Cómo subvencionará su campaña presidencial?

Todo ha venido del aporte de los militantes, de simpatizantes, hemos hecho cenas pro fondos, rifas. Seguiremos con esta mecánica, siempre comunicando de dónde vienen nuestros fondos. Seguirá siendo modesta porque no vamos a regalar cocinas, ollas como hacen otros candidatos. Nosotros ofreceremos propuestas concretas que no requieren millones de dinero sino claridad, compromiso y principios.



¿Usted habla quechua?

Pisillata rimani (Hablo poco). Entiendo bien, lo hablo con cierta dificultad, pero es parte de mi identidad. Mi padre era quechuahablante, mi madre también, pero soy de la generación a la que se nos dijo que había que olvidarse del quechua para poder salir adelante. Felizmente ahora estamos recuperando nuestra identidad y es algo que vamos a trasladar a nuestras políticas públicas que tendrán un enfoque intercultural.



Elizabeth Prado – La República





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