lunes, 19 de octubre de 2015

ECONOMIA



Inca Kola real state

QUÉ SE VIENE. Tras la venta de su participación en Corporación Lindley, la familia que embotellaba la legendaria bebida carbonatada de color amarillo se concentrará en los sectores de bienes raíces y retail.



Mentor. Johnny Lindley Taboada logró convertir la empresa que producía Inca Kola en la única embotelladora de  Coca-Cola 
Mentor Jhonny Lindley Taboada
 

La historia de la familia Lindley parece ser la típica crónica del europeo que cruzó un océano a fines del siglo XIX en busca de fortuna.

No obstante, Joseph Robinson Lindley, natural del condado de Sheffield, al norte de Londres (Inglaterra), a diferencia de millones de inmigrantes, sentó sin imaginarlo las bases de una de las 50 compañías más importantes del Perú, cuyo producto principal se convertiría con el tiempo no solo en parte de la cultura, sino en un símbolo patrio contemporáneo.

Por ese motivo, cada vez que los herederos de Joseph deciden dar un paso adelante en la internacionalización de sus negocios, el apellido Lindley salta a las primeras planas de la prensa, generando preocupación entre miles de consumidores, que creen que cada vez que una botella de Inca Kola se acerca más al mundo se aleja más del Perú.

"Supimos comunicar que nos sentíamos parte del país. En las épocas del terrorismo decíamos que Inca Kola era el sabor que nos une, dábamos ánimos. Cuando pasaron los tiempos del dolor era el sabor de la alegría, era la fiesta. Frente a las imitaciones comunicamos que Inca Kola es el sabor peruano, siempre hicimos esa distinción, siempre nos sentimos orgullosos del Perú”, señaló Johnny Lindley Taboada en noviembre de 2011, líder de la tercera generación, quien abandonó la empresa dos años más tarde, dejándole su asiento en la presidencia del directorio a su hijo, Johnny Lindley Suárez, quien desde fines de 2013 emprendió un plan para convertir a Corporación Lindley en una firma de alcance global.

Precisamente, con este objetivo, el pasado 10 de septiembre Lindley Suárez firmó lo que sería la salida del Grupo Lindley de la embotelladora Corporación Lindley, tras vender su patrimonio accionarial a la trasnacional Arca Continental (de capitales mexicanos), que pagó US$ 760 millones por el control del 53,16% de la compañía.


Con esta transacción, la familia Lindley vendió las últimas acciones que quedaban después de venderle el 49% de su participación a The Coca Cola Company en febrero de 1999, venta que les permitió sumar a la empresa el exclusivo sistema de embotelladoras de Coca Cola.

Sin embargo, para que Suárez Lindley siga participando de las decisiones de la empresa, pagará alrededor de US$400 millones por la compra de 64,5 millones de acciones de Arca Continental, lo que le permitirá mantener no solo su asiento en la presidencia de directorio hasta el año 2018, sino que tendrá un lugar como director en Arca Continental, en México.

Presencia nacional. Corporación Lindley tiene plantas de producción en Lima, Trujillo, Arequipa, Cusco e IquitosAhora que Corporación Lindley se suma al Grupo Económico Arca Continental, los directores independientes de Corporación Lindley, Luis Alfredo Arredondo -primo de Johnny-, Emilio Rodríguez Larraín, Leslie Pierce y Luis Carranza serán reemplazados por cuatro representantes de Arca Continental.

"Es tiempo de seguir creciendo y asumir nuevos retos, consolidando y materializando la visión e iniciativa de mi padre, don Johnny Lindley Taboada, quien siempre creyó que el futuro pasaba por la globalización”, declaró Lindley Suárez tras la operación.

Según el contrato de asociación, Lindley Suárez estará impedido de invertir en el rubro de bebidas carbonatadas, tal como le pasó a los hermanos Wong, que quedaron imposibilitados de apostar sus activos en el negocio de los supermercados después de vender su participación a la empresa chilena Cencosud.

Cabe la pregunta: ¿a qué se dedicará la familia que inventó la Inca Kola? El 29 de septiembre, dos semanas después de haberse producido la millonaria venta, el nuevo directorio de Corporación Lindley decidió vender 22 terrenos por US$137 millones a Grupo Lindley, encabezado por Johnny Lindley Suárez, propiedades que según el contrato de compra/venta no son estratégicas para la operación de la embotelladora.

Según Lindley Suárez, esta inversión será para potenciar dos nuevos emprendimientos en retail y bienes raíces, a través de las empresas Great Retail (dueña de las tiendas Tambo+) y Great Real Estate, propiedad del Grupo Lindley, en las que además invertirán alrededor de US$ 360 millones, que saldrán del dinero de la compra de Arca Continental.

EL FUTURO
En 1989, Johnny Lindley Taboada asumió la presidencia de la empresa a la muerte de su padre, don Isaac Lindley Stoppanie. Para poder tener una mirada más panorámica, contrató a Manuel Salazar como gerente general, al que le encargó preparar a la empresa para el próximo siglo.

En 1995, en plena recesión económica, las ventas de Inca Kola seguían ganando mercado, con un crecimiento del 15% en sus ventas respecto a 1994, quitándole mercado a Coca-Cola y Pepsi. Entonces, según un informe de la consultora Consumer & Comunication Research, Inca Kola tenía 34,3% del mercado de bebidas gaseosas en Perú, mientras que Coca-Cola manejaba el 31,9% y Pepsi Cola 10,9%.

"Con Inca Kola estamos sólidos en Perú. Ahora nos toca concentrarnos en poner linda la empresa para atraer socios que quieran asumir con nosotros el reto de capturar otros mercados”, declaró Salazar para Reuters en aquella época.

Sin embargo, pese a la posición sólida de su marca bandera, Corporación José R. Lindley ocupaba el segundo lugar entre las embotelladoras, con apenas tres marcas que sumaban el 36,6% del mercado nacional.

Para Manuel Salazar, la única fortaleza de la firma de los Lindley era Inca Kola, que entonces representaba el 96% de su producción, por lo que resultaba clave el ingreso de otro jugador que le inyectara más oxígeno para competir con The Coca-Cola Company por otro siglo más, lo que representaría un giro en su política empresarial.

"La globalización hace cambiar rápido las orientaciones de los propietarios con vista al futuro, pues el negocio de gaseosas es tan dinámico que hay que procurar el mejor provecho de la marca”, explicó Salazar a Reuters, sin imaginar que dos años después convencería a Johnny Lindley Taboada de firmar un trato que no solo garantizaría la supervivencia de la empresa que fundaron sus abuelos, sino que definiría otro rol en el que les tocaría convertirse en los líderes del sector.

"Significó asociarse con el primer productor de gaseosas del mundo que antes nadie consiguió. Inca Kola era nuestro bien heredado y pensamos: ¿quién podría tenerla segura para toda la vida? Coca-Cola, que es quien tiene la bebida número uno del mundo. Lo logramos. El rey del mundo nos pidió ser socios, y esto no se ha repetido", señaló Lindley Taboada, cuando le preguntaron si fue un error vender Inca Kola.

Ahora le tocó a Lindley Suárez cerrar la última etapa del ciclo. Hoy, después de haber liderado emisiones de bonos exitosas en roadshows en Estados Unidos y Europa, que vencerán en 2020, le queda a Johnny como reto llevar el modelo de gestión de embotelladoras Lindley a la región, operando probablemente plantas para producir Coca-Cola en otros países de América Latina.

Lindley Suárez, con solo 41 años, presidirá una de las 50 empresas más importantes del Perú, y formará parte de una de las 200 empresas más importantes a nivel regional, con ventas en México, Estados Unidos, Argentina y Ecuador, por más de US$ 5.400 millones.

Nada mal para un muchacho que comenzó su carrera en la empresa familiar a los 28 años, tras regresar de Estados Unidos, donde hizo un postgrado en la escuela de negocios de la Universidad de Bentley, en Massachusetts.

Quizá no podrá hacer de Inca Kola una marca global, pero sí podrá llevar su apellido a la posteridad en una operación sin fronteras.



Luis Felipe Gamarra – La República







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